Texto de la semana Juan 3:10-21
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La primera vez que Juan, el apóstol del amor, utiliza la palabra amar, es en el 3:16. Luego va introduciendo en su evangelio las personas a las que va dirigido este amor. Lo primero es el amor de Dios hacia el mundo. Tenemos que meditar en esa frase, De tal manera amó Dios al mundo, para empezar a comprender todo lo que él ha hecho. Empezó con la creación del cosmos, y lo entregó a Adán. La palabra amar aquí, es en griego, agapao, la palabra básica que significa amar en sus varios sentidos.
Luego vemos el amor de Dios hacia su Hijo Jesús. (5:20). Aquí la palabra amar es fileo, que viene de la palabra filos, amigo. Y cuando Jesús dice en otra ocasión que el Padre le ama (10:17), está usando la palabra agapao. Me parece muy adecuadas nuestras Biblias en español, donde ambos vocablos se traducen, amar.
(Si yo te digo, “Yo iba de paseo, y mientras caminaba me encontré con Andrés, que venía andando”, tú podrías sacar toda una serie de conclusiones filosóficas sobre la diferencia entre andar, caminar y pasear. Pero no has captado mi intención. Sencillamente, no quiero repetir la misma palabra, y para variar utilizo sinónimos.)
El amor de Jesús para el Padre le lleva a la cruz (14:31).
¿Y qué motivo le damos a Dios por amarnos? Porque hemos amado (fileo) a Jesús (Juan 16:27). ¡Qué tremendo es saber que El Padre nos ama a nosotros como ama (agapao) a Jesús! (17:23). Jesús nos ama como el Padre le ama (19:9). Debemos notar que aunque probablemente tenemos razón en decir que el amor es incondicional, que aquí hay una condición, guardar sus mandamientos (15:10). ¡Y vaya mandamiento! Lo encontrarás en Juan 15:12.
Para que veamos que la palabra agapao se traduce amar en todos los sentidos, Los hombres amaron las tinieblas (3:19). Gracias Nicodemo por presentarte a Jesús con tus inquietudes.
¿Es posible amar sin sacrificarse?
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