miércoles, 10 de noviembre de 2010

Judas no pierde el tiempo

Vitaminas (Lectura mínima)       Marcos 14:43-46
Menú completo                        Marcos 14
    Hay que reconocer, respecto a Judas, que es un hombre decidido. Sabe lo que quiere. Se ha dado cuenta definitivamente, que Jesús no le ofrece ningún beneficio material. De modo que, ni corto ni perezoso, va directamente a los jefes del pueblo para hacer un trato. El conocimiento que él tiene de las idas y venidas de Jesús vale un dinero y está dispuesto a cobrar. Les va a facilitar la entrega de su enemigo (Jesús) sin que tengan que hacer frente a la multitud de sus amigos.
    Cuando Judas llega al frente del pequeño ejército reclutado por los jefes religiosos tenemos otra vez (v 45) esa palabra εὐθέως (pronunciada "euceos"), que significa "en seguida". Judas, sin demora, se acerca a Jesús como si no hubiese ocurrido nada, y le planta el famoso beso diciendo "Maestro, Maestro". Decidido también fue Judas luego, arrepentido, para devolver el dinero y al final quitar su propia vida.
Decidido para el mal, estimulado por un poco de ganancia material. Dispuesto a ser el único con el valor suficiente para enfrentarse al Maestro, aunque fuera con engaño.
    No queremos ponerle a Judas como ejemplo, pero por lo menos él actuó sobre sus principios o falta de ellos. Nosotros, que decimos ser seguidores de Jesús de verdad, a veces apenas nos distinguimos de los que no hacen alarde de ningún compromiso. Necesitamos un poco del abandono de la mujer de Betania (Marcos 14:3). Romper nuestros vasos de alabastro, derramar todo a los pies de Jesús, ser auténticas piedras vivas de las que se desprende la presencia de Jesús. Ser cristiano no es llevar una etiqueta, sino poner toda la carne en el asador para nuestro Señor.

¿Qué paso me toca dar hoy?

1 comentario:

  1. He leído, David Juan, esta entrada en su Blog y agradeciéndole la posibilidad de comentarlo,me permito hacerle llegar,este texto que hace referencia al "Apóstol Judas de Kariot":

    "El misterio de Judas es uno de los misterios que más nos confunden. Jesús sabía que iba a morir. Es más, sabía cómo iba a morir. Su muerte estaba ya predeterminada, de modo que no cabía traición alguna, porque cualquier traición requiere el elemento de una confianza basada en una ignorancia. Piénsalo un poco. Porque Jesús insiste en que él escogió a los doce y que uno de ellos era el diablo. Mirando los hechos retrospectivamente resulta muy fácil juzgar y condenar a Judas en base a lo que otros interpretan. Pero desentrañar el misterio por sí mismo llevado sólo por el ansia de conocer la verdad, ya es otra cosa. Todos llevamos un Judas dentro de nosotros, como llevamos a un Bautista, a un Pedro, un Juan y a casi todos los personajes que figuran en los Evangelios. Si se entiende que estos escritos tratan principalmente del desarrollo interior del hombre, se comienza a ver la legión de personajes en sí mismo y también los hechos y acontecimientos que los relacionan".

    De la Obra "El Vuelo de la Serpiente Emplumada"

    Puede encontrarse un Estudio en profundidad sobre la figura del Apóstol Judas de Kariot y su Evangelio en:

    http://www.el-evangelio-de-judas.com/

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