Lectura cronológica 78 en los evangelios
Mateo 20:17-28; Mar 10:32-45; Lucas 18:31-34
Jesús va delante cual intrépido caudillo. Como muchas veces ha llevado a sus discípulos a Jerusalén, a la "cueva de ladrones" (Marcos 11:17). Y muchas veces se ha enfrentado con los poderes allí, desde esa primera ocasión cuando hizo limpieza en el templo (Juan 2:15). Hasta ahora no han cumplido sus amenazas de matarle pero esta vez será diferente.
El enfoque de Jesús, según Lucas, no es, "parece que esta vez no me puedo escapar", sino que se cumplirán todas las cosas que están escritas sobre el Hijo del Hombre. Jesús deja muy claro a dónde lleva su sufrimiento y muerte. Al tercer día resucitará. Como en las ocasiones anteriores cuando Jesús compartía este anuncio, los discípulos no entienden y avanzan con miedo y perplejidad. Lo de la resurrección queda fuera de sus parámetros. Aunque han visto levantarse muertos, siempre hubo un Jesús vivo presente para que ocurriese. Veremos como se desmoronan cuando vean al Centro de todas sus esperanzas sangrar hasta quedar inerme. Este viaje a Jerusalén servirá para que los aprendices, los discípulos, lleguen a aprender la mayor lección de su entrenamiento, el poder de la resurrección. Yo pido a Dios, como pide Pablo (Efesios 1:18-23) que el Espíritu de Dios nos revele esta verdad. El poder de la resurrección es nuestra.
No sé como Santiago y Juan con su madre elijan ese preciso momento para solicitar ser ministros en el gobierno de Jesús. Tal vez se hayan animado con el tema de la resurrección. Me imagino que ya sabes de memoria la conclusión de Jesús en Mateo 20:27-28. Una de las mejores formas de usar tu tiempo hoy podría ser que te apuntes este texto en un papelito y lo repases varias veces durante el día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario