jueves, 19 de noviembre de 2009

Jesús vence obstáculos exteriores e interiores

Problemas con fariseos y saduceos - Mateo 15:39-16:12; Marcos 8:10-26

     En esta lectura vemos que Jesús se aparta de las multitudes y se enfrenta a una delegación de fariseos (religión de reglas) y saduceos (religión politizada). Luego tiene que tratar el problema de siempre, de la dureza de mollera y de corazón de sus discípulos.
     Jesús, ¿no te cansas de tanta cara santa y corazón putrefacto? ¿Cómo pueden estos fariseos mantener esa presencia tan pulcra? Fariseo, ¿no te cansas de tanta hipocresía, de siempre tener que poner una fachada y nunca ser tu mismo? Si algún premio se merecen los fariseos, es por su acrobacia moral, por mantenerse tan correctos en su exterior cuando en su interior son completamente falsos. Y los saduceos, otro tanto. Aunque ellos gozan de menos popularidad porque el pueblo sabe que ha sido vendido a los romanos con la complicidad de Herodes, a cambio de acceder los saduceos al sumo sacerdocio. "Tú nos concedes el poder religioso y mantendremos al pueblo callado".
     Estos 2 grupos han aprendido de la gente de Capernaúm, que pedían a Jesús comida milagrosa a su antojo (Juan 6:30-31). Danos una señal del cielo (Mateo 16:1). No han aprendido que Jesús ahora los va a destapar. Con una breve denuncia los deja allí plantados con su cara pulcra y su corazón putrefacto.
     Entonces otra sesión con los discípulos. ¿Qué habría hecho Jesús si fueran agricultores en vez de pescadores? Esa barca multiuso ahora se dedica a aula de enseñanza. Jesús lanza la sesión con una advertencia: Guardaos de la levadura de los fariseos (religión de reglas) y de Herodes (religión politizada: construye un templo y mete al pueblo en el bolsillo). Evidentemente hasta un contacto tan efímero les podría contaminar. Ellos, tan acostumbrados ya a las parábolas, buscan un sentido más profundo a las palabras de Jesús. Pero se les cruzan los cables y conectan con su pequeño dilema circunstancial. "Como se nos olvidó el pan…"

     Entonces es cuando Jesús expone lo que estaba enseñando en Mateo 14 (alimentación de 5.000) y Mateo 15 (alimentación de 4.000). No hay que calentarse el coco por el problema de pan. Aunque Napoleón todavía no había inventado la frase "un ejército marcha sobre su estómago", estos soldados de Jesús saben que hay que mantener el cuerpo alimentado. Pero tienen que darse cuenta que se han alistado en un ejército que tiene garantizada la provisión material (Mateo 6:33). Jesús entonces les aplica uno de sus motes favoritos, hombres de poca fe. Aprenderán.

     Luego el milagro del ciego que recobra la vista en 2 fases es algo así como van desarrollando los discípulos su vista espiritual, poco a poco. ¡Qué cantidad de obstáculos es vencida por Jesús! Tráele tus obstáculos. No le faltará creatividad para hacer de ti un soldado eficaz.

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