miércoles, 18 de noviembre de 2009

Jesús tiene suficiente para todos


     Una de las primeras instrucciones para el viaje evangelístico de los discípulos (Mateo 10:5) era que se limitasen a poblaciones judías. De hecho, ahora, fuera de ese ámbito, Jesús aclara que sólo ha sido enviado al pueblo de Israel (Mateo 15:24). Dios eligió a Israel para su propósito de redención, y no cambia. Pablo explica en Romanos 11 que el llamamiento de Dios para Israel es irrevocable. Aunque no lo merezcan y aunque haya otras gentes más abiertas a Jesús (Mateo 11:21), Dios va a llegar a todos mediante el pueblo en que nació su Hijo.

     En esta lectura hay varios nombres geográficos: Tiro, Sidón, Galilea, Decápolis. Estamos viendo a Jesús salir del territorio de Israel después de ser rechazado por llamar a sus seguidores a trabajar por cosas eternas y no por el pan físico. En este viaje sucede lo que Pablo comentaba en Romanos 11:11, por su transgresión ha venido la salvación a los gentiles. La mujer que dice, los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos, por su humildad y por su insistencia entra en la bendición de Israel. Jesús quería ayudarla. Él vino para todos, no para una raza determinada. Mantengamos eso en mente cuando vemos a personas que no son de "nuestro círculo".

     Otra vez Jesús multiplica el pan y otra vez se recoge de las sobras más de lo que hubo al principio. Más adelante Jesús recordará estos dos milagros en una enseñanza importante.

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