miércoles, 28 de octubre de 2009

Estatutos de Estabilidad - Mateo 7:13-8:1; Lucas 6:43-49 

     El Rey David vino matando (empezando con Goliat). El Hijo de David viene sanando y enseñando el amor hacia los enemigos. Juan Bautista había preparado a la gente diciendo, Arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado (Mateo 3:2). Ahora, después de escuchar el Sermón del Monte, tenemos más claro lo que es este reino y lo que significa arrepentirse. Los que entramos en este reino rechazamos nuestra anterior manera de vivir y de pensar y nos ajustamos a los principios de Dios.
     Nos advierte claramente Jesús que no vamos a ser mayoría en esta sociedad. Cuando yo trabajaba con el movimiento DAUN, (Discipulando A Una Nación), una organizacíon que Dios ha usado grandemente, me inquietaban las proyecciones que hacían algunos sobre el futuro tamaño de la iglesia en algún país. "Vamos a ser el primer país de mayoría evangélica". No me sonaba eso a camino estrecho. Ojalá la cosecha llegue a tales dimensiones, pero ni Jesús en su nativa Galilea ofrecía ese tipo de aspiraciones.
     ¡Es tan sencillo! Por sus frutos los conoceréis. Tanto al falso profeta que se menciona en Mateo 6:15 como el hipocrita que corrige a los demás (Lucas 6:42), hay que hacerle caso según el fruto que lleva. Es decir ¿estas personas viven según las enseñanzas en Mateo 5 a 7? Cuando nos predican desde el alto parapeto de un estudio de televisión, es más difícil de determinar. Pero eso no cambia las palabras de Jesús. No dice que por sus palabras los conoceréis.
     ¿Te has preguntado por qué Jesús habla de hacer en vez de creer? Cuando explica la casa sobre la roca dice, El que oye mis palabras y las pone en práctica, no, el que cree. No olvidemos que está hablando con sus seguidores, que se supone que han creído en él. Tienen derecho a considerar a Dios como su padre (Mat. 5:16, 45, 48; 6:1, 8, 14, 15, 26, 32; 7:11). Sin embargo, hay cosas que no encajan. Si son personas nacidas de nuevo ¿cómo es que tampoco vuestro padre perdonará… y mejor es perder una mano que ir de cuerpo entero al infierno. El que tu mente no lo capte del todo no impide que tu espíritu se alimente y te fortalezcas para servir a Dios. ¿Sabes por qué me gusta descubrir cosas así? Porque en ellas vemos que ni los cerebros más sabios podrán explicarlo todo. Para ello propongo una Teología de Humildad. Me gustaría escuchar a un teólogo decir, No sé la respuesta y no voy a escribir más hasta que veo que estoy practicando lo que ya sé. Bueno, leí algo que quiero practicar hoy, así que por ahora dejo de escribir.

1 comentario:

  1. Señor, quiero oir, escuchar, leer, "cada día"
    TUS PALABRAS, Y PONERLAS EN PRACTICA.
    AYUDAME A SER VERDADERO.

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