El libro del Éxodo se podría llamar "Los Pecados del Pueblo de Israel". No paran. En esta lectura (Éxodo 31-33) quien los dirige es el propio hermano mayor de Moisés, Aarón. Él ha sido elegido como el profeta que comunica las palabras de Moisés. Ha acompañado a Moisés en todos los enfrentamientos con el Faraón. En la lectura de ayer Dios le dice a Moisés que prepare a Aarón para encabezar el sacerdocio. Y mientras tanto, pone delante del pueblo, abajo en el desierto, un becerro de oro diciendo que éste es el dios que les ha rescatado de Egipto.
¿Qué va a pasar con Aarón? ¿Qué va a pasar con ese pueblo capaz de olvidar la grandeza de Dios en cuestión de días?
Aquí sucede algo realmente insólito. Dios expresa su determinación de borrar ese pueblo de la faz de la tierra. Moisés responde y se opone. Conviene que vuelvas a leer esto, al principio del capítulo 33, si te interesa tener poder en la oración. Un sólo ser humano puede ser la salvación de miles.
Nos cuenta esta historia Faby con su típica gracia.
El Becerro de oro
Un contraste con Aarón - el primer hombre que se dice ha sido llenado del Espíritu de Dios. Y es un artesano, no un predicador.
Otro breve video sobre la intervención de Moisés por el pueblo, mediante la oración:
para el móvil, o pinchar "Ver Versión Web" abajo
No hay comentarios:
Publicar un comentario