Leemos hoy Éxodo 22-24. Pero antes de comentarlo vamos a hacer otra cosa.
Este video de 5 minutos nos resume dramáticamente toda la Biblia hasta este punto. Nos señala que ahora Dios le va a pedir algo a su pueblo, al que no ha pedido nada hasta ahora.
¿Qué es ese algo?
Dios no solamente dio 10 mandamientos claves, que forman la base para el comportamiento de su pueblo. También nos da aquí detalles sobre la vida diaria. Por ejemplo, si te prestan un animal y algo le pasa, tendrás que dar garantías de que no eres el culpable.
Hay un grupo de personas a las que hay que prestar atención especial: viudas, huérfanos, inmigrantes, y en resumen, los p-----. Dios es muy consciente de la tendencia de algunas personas a aumentar riquezas. Por ello estas leyes y otras que limitan la capacidad de los ricos a llegar a tener un monopolio.
Algunas de estas leyes, que no entendemos, hay expertos que estudian la cultura de ese tiempo, y nos aseguran que ninguna otra nación en ese tiempo se acercaba a este nivel de justicia, ni siquiera el Código de Hammurabi.
Todas estas leyes, Israel las va a incumplir totalmente a pesar de su afirmación en el 24:3. Va a ser la función de los profetas hacer la denuncia y profetizar los castigos que Dios enviará.
En nuestro tiempo la enseñanza de Cristo ha superado la ley de Moisés. Para un cristiano no debe ser necesario tener leyes que nos obliguen a compartir. Jesús nos enseñó el amor al prójimo y nos dio el Espíritu de amor, quien nos libra de nuestro egoísmo. Una de las prácticas del Apóstol Pablo era recolectar grandes cantidades de dinero a gente pudiente, (y también de gente pobre que insistían en contribuir), a base de esta descripción, "para que haya igualdad" (2 Corintios 8:14) y realizaba viajes internacionales para entregar estos fondos.
Vamos a ver qué milagros hace el Señor hoy, con personas que tienen la ley de Dios en su corazón.
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