Jacob empezó mal pero acabó bien. Un hombre o mujer de Dios no tiene que mentir y engañar para tener éxito. El momento crucial fue cuando se encontró luchando con Dios en Peniel. Salió de esa experiencia físicamente debilitado. Cojeaba el resto de su vida.
Quiero comentar un poco mi propia experiencia relacionada con este texto: Génesis 46-48.
Viviendo en Alcobendas, cerca de Madrid, estábamos pendientes de una visita de mis padres de Canadá. Yo tenía sobre mi corazón el compartir con mi padre algo sobre la experiencia de Jacob en Egipto. No sabía cómo iba a surgir la oportunidad. Pero cuando llegaron, él comentó, citando las palabras de Jacob en Génesis 46:30, "Ahora ya puedo morir, después que he visto tu cara". Esto me daba ocasión para contestar que después de esa declaración Jacob vivió unos 17 años más (Génesis 47:28). Quería animarle a mi padre a dedicar su tiempo a la oración.
¿Qué hacía Jacob en ese tiempo? Recordemos que él tiene fama de luchador, desde su nacimiento cuando sale agarrando el talón de su hermano mellizo. Cuando Dios le pone el nombre "Israel", le está señalando su vocación. Las dos partes del nombre significan prevalecer y fuerza.
¿Qué es el resultado de su lucha? Al final de su vida, en nuestra lectura para mañana (Génesis 49:26) dice, Las bendiciones de tu padre han sobrepasado las bendiciones de mis antepasados hasta el límite de los collados eternos. Jacob ha ganado. Va parcelando para sus 12 hijos la tierra donde iba peregrinando.
¿En qué forma luchó? En nuestra versión Dios Habla Hoy Jacob dice a José (48:22), A ti te he dado más que a tus hermanos: te doy Siquem, que les quité a los amorreos luchando contra ellos. ¿Cómo fue esa lucha? Más literalmente, el texto dice, Y yo te doy una parte más que a tus hermanos, la cual tomé de mano del amorreo con mi espada y con mi arco. A Jacob el cojo y ahora casi ciego no le vemos haciendo una lucha física. Se encuentra en su habitación, a menudo acostado, peleando la batalla espiritual en oración. ¡Y ganando! Tardó mucho en aprender pero al final aprendió bien.
Jacob terminó bien, y esa tierra sigue llamándose Israel. ¿Qué tierra vas a tomar tú para el Señor y para tu gente?
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