¿Qué Judas es
éste? porque hay varios. Se identifica como hermano de Santiago. ¿Cuál
Santiago? El que era hermano de Juan ya fue ejecutado por Herodes. El Santiago
que queda activo en la iglesia de Jerusalén, nos informa Pablo, es el hermano
del Señor (Gálatas 1:19). Y los vecinos de Nazaret reconocen que Jesús tiene
también un hermano llamado Judas (Marcos 6:3). Por lo que parece probable (y
así lo reconoce la historia de la iglesia) que el autor de esta carta es Judas
el hermano de Jesús.
Y tiene un propósito
singular, animar a los creyentes a combatir por la fe. Siendo una epístola tan
breve, podemos ver claramente a qué se refiere.
Pistas
1. - Hay unos infiltrados. Han venido sin indicar su
propósito, se presentan como unos creyentes más. De modo que ejercer mucho
discernimiento espiritual. Creo que cuanto mayor nivel de madurez tienen los
creyentes y cuanto mejor vigilan los pastores, menos peligro hay con estos
tipos. A la vez, tampoco hay que sospechar de todos los nuevos que aparecen en
la iglesia. Lo que hay que hacer es conocerles, lo que dicen y lo que hacen.
2. - Hablan de la bondad de Dios, con el fin de
conseguir seguidores para una “vida desenfrenada”. Es decir, que Dios es tan
bueno que lo único que quiere para ti es que lo pases bien.
3. - Con su charlatanería dejan a Jesucristo en un
rincón, y hacen pensar a la gente que son ellos mismos las personas
importantes.
4. - En su euforia toman la libertad de insultar a
poderosos ángeles (1:8)
¿Cómo luchamos
por la fe?
1.
Entender bien en qué consiste nuestra fe, para no
ser engañados. Conocer y usar las Escrituras.
2.
Entender el juicio de Dios, que esto no es una
cosa ligera. Estos infiltrados han sido destinados a la condenación (v 4). Están
en la misma clasificación que los judíos incrédulos que fueron rescatados de
Egipto y castigados, y de los ángeles desobedientes y los rebeldes de Sodoma y Gomorra. Nos
está enseñando Judas un aspecto de Dios, que es un fuego consumidor, como dice
en Hebreos 12:29.
3.
Reconocer que es una situación urgente.
4.
Vigilar y orar (v 20)
5.
Dedicarnos a la obra de rescate. Podemos
identificar a los
a.
Confusos (los que dudan, v 22, hay que tener
compasión de ellos)
b.
Cautivos (v 23, sacarlos del fuego)
c.
Contaminados (v 23, - cuidar nuestro propio
testimonio, que no nos manchemos)
Saludo
1:1-
Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, a los que Dios el
Padre ama y ha llamado, los cuales son protegidos por Jesucristo. 2- Recibid
abundancia de misericordia, paz y amor.
Conductas
reprobables
3-
Queridos hermanos, he sentido grandes deseos de escribiros acerca de la
salvación que tanto vosotros como yo tenemos; y ahora me veo en la necesidad de
hacerlo para rogaros que luchéis por la fe entregada un día al pueblo santo.
4- Porque por medio de engaños se han infiltrado ciertas personas a
quienes las Escrituras ya habían señalado desde hace mucho tiempo para la
condenación. Son hombres malvados que toman la bondad de nuestro Dios como
pretexto para una vida desenfrenada, y que niegan a nuestro único Dueño y
Señor, Jesucristo.
Anuncio del
castigo divino
5-
Aunque ya lo sabéis, quiero recordaros que el Señor, después de
haber sacado de Egipto al pueblo de Israel, destruyó a los que no
creyeron. 6- Y a los ángeles que no conservaron su debido puesto,
sino que abandonaron su propio hogar, Dios los retiene en prisiones oscuras y
eternas para el gran día del juicio. 7- Lo mismo que esos ángeles,
también Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas se entregaron a la inmoralidad
sexual y se dejaron llevar por vicios contra naturaleza. Por eso sufrieron el
castigo del fuego eterno y quedaron como una advertencia para todos.
8-
A pesar de ello, también esos hombres, que viven soñando, contaminan su cuerpo,
rechazan la autoridad del Señor e insultan a los poderes superiores. 9-
El mismo arcángel Miguel, cuando luchaba con el diablo disputándole
el cuerpo de Moisés, no se atrevió a condenarle con insultos, sino
que solamente dijo: “¡Que el Señor te reprenda!” 10- Éstos, por el
contrario, hablan mal de cosas que no conocen; y en cuanto a las que conocen
por instinto, como conocen los animales que no razonan, las usan para su propia
condenación.
11-
¡Ay de ellos, porque han seguido el ejemplo de Caín! Por ganar
dinero, se han desviado, como Balaam; y como Coré, mueren
por su rebeldía. 12- Son una vergüenza en vuestras fiestas de amor fraternal,
en las que comen y beben alegremente, sin mostrar respeto alguno. Son
pastores que solamente se cuidan a sí mismos. Son nubes sin agua,
llevadas por el viento. Son árboles que no dan fruto a su tiempo,
definitivamente muertos y arrancados de raíz. 13- Son furiosas olas del mar,
que arrojan como espuma sus acciones vergonzosas. Son estrellas que han perdido
el rumbo y están condenadas a pasar la eternidad en la más negra oscuridad.
14-
También Henoc, el séptimo después de Adán, habló proféticamente cuando dijo
acerca de esa gente: “Vi al Señor, que venía con miles y miles de sus ángeles 15-
a juzgar a todos y a condenar a todos los malvados, por todos los crímenes que
cometieron en su maldad y por todas las palabras insolentes que como malvados
pecadores dijeron contra él.” 16- De todo se quejan, todo lo
critican y solo buscan satisfacer sus propios deseos. Hablan con jactancia y
adulan a los demás para aprovecharse de ellos.
Exhortación a
la fidelidad
17-
Pero vosotros, queridos hermanos, acordaos de que los apóstoles de nuestro
Señor Jesucristo 18- os dijeron: “En los últimos tiempos habrá gente que se
burlará de todo y vivirá de acuerdo con sus malos deseos.” 19- Esos
son los que causan divisiones. Siguen sus instintos naturales y no tienen el
Espíritu de Dios. 20- Pero vosotros, queridos hermanos, manteneos
firmes en vuestra santísima fe. Orad guiados por el Espíritu Santo.
21-
Conservaos en el amor de Dios y esperad el día en que nuestro Señor Jesucristo,
en su misericordia, nos dará la vida eterna. 22- Tened compasión de los
que dudan. 23- Salvad a unos, sacándolos del fuego, y tened
compasión de otros, aunque guardándoos de ellos y aborreciendo incluso la ropa
que visten, que está contaminada por su mala vida.
Alabanza final
a Dios
24,25-
El Dios único, nuestro Salvador, tiene poder para cuidar de que no caigáis, y
para presentaros sin mancha y llenos de alegría ante su gloriosa
presencia. A él sea la gloria, la grandeza, el poder y la autoridad, por
nuestro Señor Jesucristo, antes, ahora y siempre. Amén.
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