jueves, 28 de mayo de 2020

Los descuidos (Hebreos 2)


Una pregunta de repaso: ¿Pudiste determinar en la lectura de ayer (concretamente en el video, en el minuto 3:40) por qué el autor de Hebreos contrasta a Jesús con los ángeles y en qué texto se basan? A propósito, cuando habla de la Torá, se refiere a la ley de Moisés. Aquí en el 2:2 el autor procede con ese argumento, que va así: si hay que hacerle caso a Moisés, que dio los 10 mandamientos, mucho más hay que hacerle caso a Jesús, a quien debemos la creación entera.

Cuando se trata de Jesús, no hay que elegir entre unas cuantas puertas que llevan al mismo salón, sino entre Jesús quien es la puerta y quedar fuera, excluidos de todos los beneficios que Dios nos ofrece.


Importancia de la salvación anunciada

2:1- Por esta causa debemos prestar mucha más atención al mensaje que hemos oído, para no apartarnos del camino. 2- Los mandamientos que en otros tiempos dio Dios por medio de los ángeles, tenían fuerza de ley, y quienes pecaron y los desobedecieron fueron justamente castigados. 3- ¿Cómo, pues, escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande?

Pues el mismo Señor anunció primero esta salvación, que después confirmaron entre nosotros los que oyeron el mensaje. 4- Además Dios la ha confirmado con señales, maravillas y muchos milagros, y con el don del Espíritu Santo repartido de diferentes maneras conforme a su voluntad.

Jesús, semejante a sus hermanos

5- Dios no ha puesto bajo la autoridad de los ángeles ese mundo futuro del cual estamos hablando. 6- Al contrario, en un lugar de la Escritura alguien declara:
“¿Qué es el hombre? ¿Qué es el ser humano? ¿Por qué lo recuerdas y te preocupas de él? 7- Por un poco de tiempo le hiciste algo menor que los ángeles, pero le coronaste de gloria y honor; 8- todo lo sometiste bajo sus pies.”
Así que, al someter todas las cosas bajo sus pies, Dios no dejó nada sin someterlo a él. Sin embargo, todavía no vemos que todo le esté sometido. 9- En cambio, vemos a Jesús, a quien por un poco de tiempo Dios hizo algo menor que los ángeles. Dios, en su amor, quiso que para bien de todos muriera aquel que ahora, a causa de la muerte que sufrió, está coronado de gloria y honor.

10- Todas las cosas existen para Dios y por la acción de Dios, que quiere que todos sus hijos tengan parte en su gloria. Por eso, Dios, por medio del sufrimiento, tenía que hacer perfecto a Jesucristo, el Salvador de ellos. 11- Porque todos proceden del mismo Padre: tanto los que son consagrados como el que los consagra. Por esta razón, el Hijo de Dios no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12- cuando dice en la Escritura:
“Hablaré de ti a mis hermanos y te cantaré himnos en medio de la congregación.”
13- También dice:
“En él pondré mi esperanza.”
Y dice otra vez:
“Aquí estoy, con los hijos que Dios me dio.”
14- Así como los hijos de una familia son de una misma carne y sangre, así también Jesús fue de carne y sangre humanas para derrotar con su muerte al que tenía poder para matar, es decir, al diablo. 15- De esta manera ha dado libertad a todos los que por miedo a la muerte viven como esclavos durante toda la vida.

16- Pues ciertamente no vino para ayudar a los ángeles, sino a los descendientes de Abraham. 17- Por eso tenía que ser hecho igual en todo a sus hermanos, para llegar a ser delante de Dios un sumo sacerdote fiel y compasivo, y para obtener el perdón de los pecados de los hombres por medio del sacrificio. 18- Y como él mismo sufrió y fue puesto a prueba, ahora puede ayudar a quienes igualmente son puestos a prueba.

¿Ves como se va acumulando aquí un fuerte motivo para los que han iniciado su andar con Jesús, que no se desvíen ya? 

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