viernes, 28 de febrero de 2020

Cómo hacer que la gente cambie de opinión (Hechos 28)


¿Te suena el comentario de los judíos en Roma? Hechos 28:22, en todas partes se habla en contra de esta nueva secta. Lo oigo mucho aquí en La Vera. Rabioso odio contra "La Iglesia".

  • Hechos 16:21  y enseñan costumbres que nosotros no podemos admitir ni practicar
  • Hechos 17:6 Estos hombres, que han trastornado el mundo entero
  • Hechos 24:5  Anda por todo el mundo provocando divisiones 
Es decir, que desde el establecimiento de la iglesia ha habido cierto éxito en darle mala fama. (Recuerda el mismo día de Pentecostés, surgió el comentario de que estaban borrachos.) Hay 2 fuentes de estos "memes":
  1. "Cristianos" que son un mal testimonio. Estos son los que aportan una base para las acusaciones. 
  2. Enemigos de la fe, que propagan sin parar la idea de que el cristianismo es una plaga, que esclaviza y produce divisiones. Éstos tienen sus seguidores, que no piensan, sino que repiten las acusaciones, y a menudo han tenido una mala experiencia en "la iglesia"
La iglesia sigue a pesar de la mala prensa, y hace cosas hermosas en el mundo. ¿Cómo hacer que la gente cambie de opinión? Tenemos aquí en el principio de Hechos 28 un ejemplo de gente que "cambia de idea" (v 6). Al principio piensan que Pablo es un asesino y luego observan como tiene un poder especial. En su ignorancia llegan a la conclusión de que se trata de un dios. Más adelante este poder de Pablo es confirmado (vss 8 y 9) y entonces la gente acude a él en busca de ayuda. El evangelio triunfa porque los cristianos demuestran que las acusaciones son falsas.

Para hacer eso en nuestro tiempo necesitamos

  • El poder de Dios para perdonar y para amarnos los unos a los otros, que es lo que va a convencer al mundo (Juan 13:35 y Juan 17:21)
  • Paciencia para seguir practicando estas enseñanzas de Cristo hasta que las mismas personas que nos rodean sean capaces de distinguir entre cristianos auténticos y falsos
Sin poder y sin paciencia no vamos a convencer. Y Dios proveerá de escaparates para demostrar que él todavía tiene gente fiel en la tierra.

Pablo en Malta

 28:1- Una vez a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta. 2- Los nativos nos trataron muy bien a todos, y como estaba lloviendo y hacía frío encendieron una gran fogata y nos invitaron a acercarnos. 3- Pablo había recogido un poco de leña seca, y estaba echándola al fuego cuando una víbora salió huyendo del calor y se le prendió de la mano. 4- Al ver la víbora colgando de la mano de Pablo, los nativos se dijeron unos a otros: "Este hombre es sin duda un asesino, pues aunque se ha salvado del mar, la justicia divina no le deja vivir."

5- Pero Pablo se sacudió la víbora en el fuego, sin sufrir daño alguno. 6- Todos estaban esperando que se hinchara o que cayera muerto de un momento a otro, pero después de mucho esperar, viendo que nada le pasaba, cambiaron de idea y comenzaron a decir que Pablo era un dios. 

7- Cerca de aquel lugar había unos terrenos pertenecientes al personaje principal de la isla, llamado Publio, que nos recibió y atendió muy bien durante tres días. 8- Y sucedió que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y disentería. Pablo fue a visitarlo, y después de orar puso las manos sobre él y lo sanó. 9- Con esto vinieron también los demás enfermos que había en la isla, y Pablo los sanó. 10- Nos llenaron de atenciones, y después, al embarcarnos de nuevo, nos proveyeron de todo lo necesario para el viaje.

Llegada de Pablo a Roma

11- Al cabo de tres meses de estar en la isla, partimos en un barco que había pasado allí el invierno. Era una embarcación de Alejandría, que llevaba por insignia la imagen de los dioses Cástor y Pólux. 12- Llegamos al puerto de Siracusa, donde nos quedamos tres días, 13- y de allí navegamos hasta Regio siguiendo de cerca la costa. Al día siguiente tuvimos viento del sur, y un día más tarde llegamos a Pozzuoli, 14- donde encontramos a algunos hermanos que nos invitaron a permanecer con ellos una semana. 

Así, finalmente, llegamos a Roma. 15- Los hermanos de Roma ya tenían noticias acerca de nosotros, por lo cual salieron a nuestro encuentro hasta el Foro de Apio y al lugar llamado “Las tres tabernas”. Al verlos, Pablo dio gracias a Dios y se sintió animado. 16- Cuando llegamos a Roma, permitieron a Pablo vivir en una casa particular, vigilado solamente por un soldado.

Pablo en Roma

17- Tres días después de su llegada, Pablo mandó llamar a los principales judíos de Roma, y una vez reunidos les dijo: "Hermanos, yo no he hecho nada contra los judíos ni contra las costumbres de nuestros antepasados. Sin embargo, en Jerusalén fui entregado a los romanos. 18- Estos, después de interrogarme, quisieron soltarme porque no encontraban ninguna razón para condenarme a muerte. 19- Pero como los judíos se oponían, me vi obligado a pedir que me juzgase el césar, aunque no tengo nada de qué acusar a los de mi nación. 20- Por esto, pues, os he llamado: para veros y hablaros, porque precisamente por la esperanza que tenemos nosotros los israelitas es por lo que me encuentro aquí encadenado." 

21- Ellos le contestaron: "Nosotros no hemos recibido ninguna carta de Judea acerca de ti, ni ninguno de los hermanos judíos que han llegado de allá nos ha dicho nada malo en contra tuya. 22- Pero quisiéramos oir lo que tú piensas, porque sabemos que en todas partes se habla en contra de esta nueva secta." 

23- Entonces le señalaron un día, en el que acudieron muchas personas a donde Pablo estaba alojado. De la mañana a la tarde estuvo Pablo hablándoles del reino de Dios. Trataba de convencerlos acerca de Jesús, por medio de la ley de Moisés y los escritos de los profetas. 24- Algunos aceptaron lo que Pablo decía, pero otros no creyeron. 25- Y como no se ponían de acuerdo entre sí, comenzaron a marcharse. 
Pablo les dijo: "Bien les habló el Espíritu Santo a vuestros antepasados por medio del profeta Isaías, 26- diciendo:

‘Anda y dile a este pueblo: Por más que escuchéis, no entenderéis; por más que miréis, no veréis. 27- Pues la mente de este pueblo está entorpecida, tienen tapados los oídos y sus ojos están cerrados, para que no puedan ver ni oir, ni puedan entender; para que no se vuelvan a mí y yo no los sane.’

28- "Sabed, pues, que de ahora en adelante esta salvación de Dios se ofrece a los no judíos, y ellos sí escucharán. 29-  30- Pablo permaneció dos años enteros en la casa que tenía alquilada, donde recibía a cuantos iban a verle. 29- Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí. 30- Pablo se quedó dos años completos en la casa que tenía alquilada, donde recibía a todos los que iban a verlo. 31- Con toda libertad anunciaba el reino de Dios, y enseñaba acerca del Señor Jesucristo sin que nadie se lo estorbara.

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