lunes, 25 de marzo de 2019

Pablo, madre y padre (1 Tesalonicenses 2)

25-marzo

A que no sabías que en un mismo capítulo Pablo se ve como madre y padre de los creyentes. Con la ternura de una madre (v 7) y con la insistencia y la preocupación de un padre (v 11) les implora que anden de manera digna de su nueva vocación. 

2:1-  Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no fue en vano,  2-  sino que después de haber sufrido y sido maltratados en Filipos, como sabéis, tuvimos el valor, confiados en nuestro Dios, de hablaros el evangelio de Dios en medio de mucha oposición.  3-  Pues nuestra exhortación no procede de error ni de impureza ni es con engaño;  4-  sino que así como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el evangelio, así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones.  5-  Porque como sabéis, nunca fuimos a vosotros con palabras lisonjeras, ni con pretexto para lucrar, Dios es testigo,  6-  ni buscando gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad.  7-  Más bien demostramos ser benignos entre vosotros, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos.  8-  Teniendo así un gran afecto por vosotros, nos hemos complacido en impartiros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegasteis a sernos muy amados.  9-  Porque recordáis, hermanos, nuestros trabajos y fatigas, cómo, trabajando de día y de noche para no ser carga a ninguno de vosotros, os proclamamos el evangelio de Dios.  10-  Vosotros sois testigos, y también Dios, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes;  

Esto me hace pensar en cuando tenía unas pocas ovejas. El cordero recién nacido queda pegado a su madre. Es un sentir mutuo. Al pequeño le da miedo alejarse. Y la madre, bueno, es mamá. Y su crío tiene que mamar. Con el tiempo, sin embargo, la natural curiosidad del cordero le impulsa a explorar e incluso olvidarse un poco de su madre. Llega el momento cuando se encuentra entre el rebaño y la pierde de vista. Y también hay una sensación mutua. Los dos se dan cuenta de que no están juntos. A veces el cordero es el primero que comienza a llamar, y a veces la madre. Creo que la mamá suele sentir esa ausencia primero. Entonces intercambian llamadas el uno a la otra hasta que vuelven a encontrarse. 

Esto ilustra para mí el sentimiento materno de Pablo. No tiene que consultar su Manual de Establecimiento de Iglesias. Su corazón le guía. Cuando está presente se dedica al 100%. Por ejemplo, también Hechos 20:31. Cuando está ausente (v 17) se entrega a la oración y escribe cartas y manda mensajeros para saber qué tal andan.

Y en otra ocasión dice, "Se imitadores míos" (Filipenses 3:17). Es decir, que él nos sirve de ejemplo de cómo preocuparnos por las personas que dependen de nosotros.

11-  así como sabéis de qué manera os exhortábamos, alentábamos e implorábamos a cada uno de vosotros, como un padre lo haría con sus propios hijos,  12-  para que anduvierais como es digno del Dios que os ha llamado a su reino y a su gloria.  13-  Por esto también nosotros sin cesar damos gracias a Dios de que cuando recibisteis la palabra de Dios, que oísteis de nosotros la aceptasteis no como la palabra de hombres, sino como lo que realmente es, la palabra de Dios, la cual también hace su obra en vosotros los que creéis.  14-  Pues vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea, porque también vosotros padecisteis los mismos sufrimientos a manos de vuestros propios compatriotas, tal como ellos padecieron a manos de los judíos,  15-  los cuales mataron tanto al Señor Jesús como a los profetas, y a nosotros nos expulsaron, y no agradan a Dios sino que son contrarios a todos los hombres,  16-  impidiéndonos hablar a los gentiles para que se salven, con el resultado de que siempre llenan la medida de sus pecados. Pero la ira ha venido sobre ellos hasta el extremo.  17-  Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por breve tiempo, en persona pero no en espíritu, estábamos muy ansiosos, con profundo deseo de ver vuestro rostro.  18-  Ya que queríamos ir a vosotros (al menos yo, Pablo, más de una vez) pero Satanás nos lo ha impedido.  19-  Porque ¿quién es nuestra esperanza o gozo o corona de gloria? ¿No lo sois vosotros en la presencia de nuestro Señor Jesús en su venida?  20-  Pues vosotros sois nuestra gloria y nuestro gozo.  


La lectura así de las cartas de Pablo en el punto cronológico en que fueron escritas puede romper un poco la narrativa del libro de Hechos pero por otro lado nos permite ver, no sólo los escritos de un biógrafo (Lucas), sin también los pensamientos íntimos que vivía Pablo en ese tiempo.

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