15-febrero
Juan 18:28-38
28 Entonces llevaron a Jesús de casa de Caifás al Pretorio. Era muy de mañana.
Y ellos no entraron al Pretorio para no contaminarse y poder comer la Pascua.
29 Pilato entonces salió fuera hacia ellos y dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?
30 Ellos respondieron, y le dijeron: Si este hombre no fuera malhechor, no te lo hubiéramos entregado.
31 Entonces Pilato les dijo: Llevadle vosotros, y juzgadle conforme a vuestra ley. Los judíos le dijeron: A nosotros no nos es permitido dar muerte a nadie.
32 Para que se cumpliera la palabra que Jesús había hablado, dando a entender de qué clase de muerte iba a morir.
33 Entonces Pilato volvió a entrar al Pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos?
34 Jesús respondió: ¿Esto lo dices por tu cuenta, o porque otros te lo han dicho de mí?
35 Pilato respondió: ¿Acaso soy yo judío? Tu nación y los principales sacerdotes te entregaron a mí. ¿Qué has hecho?
36 Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí.
37 Pilato entonces le dijo: ¿Así que tú eres rey? Jesús respondió: Tú dices que soy rey. Para esto yo he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.
38 Pilato le preguntó: ¿Qué es la verdad? Y habiendo dicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo: Yo no encuentro ningún delito en El.
29 Pilato entonces salió fuera hacia ellos y dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?
30 Ellos respondieron, y le dijeron: Si este hombre no fuera malhechor, no te lo hubiéramos entregado.
31 Entonces Pilato les dijo: Llevadle vosotros, y juzgadle conforme a vuestra ley. Los judíos le dijeron: A nosotros no nos es permitido dar muerte a nadie.
32 Para que se cumpliera la palabra que Jesús había hablado, dando a entender de qué clase de muerte iba a morir.
33 Entonces Pilato volvió a entrar al Pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos?
34 Jesús respondió: ¿Esto lo dices por tu cuenta, o porque otros te lo han dicho de mí?
35 Pilato respondió: ¿Acaso soy yo judío? Tu nación y los principales sacerdotes te entregaron a mí. ¿Qué has hecho?
36 Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí.
37 Pilato entonces le dijo: ¿Así que tú eres rey? Jesús respondió: Tú dices que soy rey. Para esto yo he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.
38 Pilato le preguntó: ¿Qué es la verdad? Y habiendo dicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo: Yo no encuentro ningún delito en El.
Lucas 23:6-12
6 Cuando Pilato oyó esto,
preguntó si el hombre era galileo. 7 Y al saber que Jesús pertenecía a la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que también estaba en Jerusalén en aquellos días.
8 Herodes, al ver a Jesús se alegró en gran manera, pues hacía mucho tiempo que quería verle por lo que había oído hablar de El, y esperaba ver alguna señal que El hiciera.
9 Y le interrogó extensamente, pero Jesús nada le respondió.
10 Los principales sacerdotes y los escribas también estaban allí, acusándole con vehemencia.
11 Entonces Herodes, con sus soldados, después de tratarle con desprecio y burlarse de El, le vistió con un espléndido manto y le envió de nuevo a Pilato.
12 Aquel mismo día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes habían estado enemistados el uno con el otro.
¿Cuántos interrogatorios tuvo que sufrir Jesús?
1. En casa de Anás, suegro del sumo sacerdote
2. Ante Caifás el sumo sacerdote
3. El Sanedrín, cuerpo supremo de Israel
4. El gobernador Pilato
5. Ante Herodes, que estaba de visita en Jerusalén para la Pascua
6. De regreso a Pilato, quien emite la sentencia
No sólo le interrogan, sino que le hacen objeto de crueles juegos, tortura.
Para Herodes es una grata sorpresa porque tenía ganas de ver a Jesús. ¿Para escuchar su mensaje? No, sino que Jesús tenía fama de hacer milagros y Herodes todavía no había visto ninguno. Jesús es para él un juguete.
Pero no pensemos que los únicos malos sean estos poderosos. Hay que vigilar para no hacerle a Jesús también un juguete que nos sirva para algunos caprichos, que nos traiga buena suerte. Jesús es el rey, nosotros sus súbditos. Él ganó esa autoridad dando su vida por nosotros. Nuestra vida ha de estar puesta a su pleno servicio. Así experimentaremos la totalidad de su amor y de su bendición.
...y le daremos gozo y gloria a él.
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