En los días de la voz del séptimo ángel, cuando esté para
tocar la trompeta, entonces el misterio de Dios será consumado, como El
lo anunció a sus siervos los profetas... El reino del mundo ha venido a ser el
reino de nuestro Señor y de su Cristo; y El reinará por los siglos de los
siglos
Menú completo Apocalipsis
10 y 11
No estamos al final del libro de Apocalipsis, pero se ve ya el
final. Por muchas cosas que puedan escaparse de nuestra comprensión, es
suficiente saber que el Creador (10:6) de todas las cosas ahora va a arreglar
todas las cosas. ¿Por qué, como parte de este proceso, Juan tiene que comerse
un librito (10:9), que resulta ser dulce y amargo? Los seguidores de Jesús no
son observadores pasivos de lo que hace Dios. También se nos invita a
participar activamente. Jesús nos llama amigos (Juan 15:15)
porque comparte con nosotros sus secretos. No se le instruye a Juan que lea,
sino que coma el libro. Como dice el texto que da nombre a este blog (Mateo 4:4),
no sólo vivimos de pan, sino de la Palabra de Dios. Cuando comes la comida del
cuerpo, no tienes que comprender toda la ciencia de la nutrición. Tu cuerpo la
asimila igual. Algo parecido sucede cuando meditamos en la Palabra de Dios.
Entra en nosotros y cumple su función. Iremos entendiendo cada vez más con el
tiempo. Parece en el 11:7 que Dios sufre un revés, pero no hay que leer mucho
para observar que esto se convierte en victoria para nuestro Dios.
Además de 7 trompetas hay tres ayes, donde Dios pasa la
escoba por la tierra. El cielo se está acercando cada vez más. El enfado de las
naciones (11:18) no es nada en comparación con el enfado del Hijo de Dios
(Salmo 2).
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