jueves, 14 de enero de 2021

¿Nos parecemos a Pedro?


LECTURA CRONOLÓGICA 106 DE LOS EVANGELIOS


     ¿Tenía que pasar Pedro por esa desgracia y acabar llorando amargamente? ¿No podía el mismo Jesús que le echó una mano cuando se hundía en el mar haberle tendido en este momento de confusión un poco de socorro oportuno para no caer tan bajo? Recuerdo cuando daba clases de inglés. Cuando los alumnos hacían ejercicios estaba a su disposición para explicar, contestar y soplarles la respuesta. Pero cuando había un test hacía mutis por el foro. Estaban solos. Para Pedro esto es el examen. Tuvo su oportunidad de ser menos bocazas cuando se comentaba el peligro en que se encontraba Jesús. Pudo haber orado en vez de dormir en Getsemaní, así que llega a la prueba desprotegido y cae. Pero Jesús sí le ayudó (Lucas 22:23), orando por Pedro para que al final pudiese ser restaurado.

     Tú y yo sabemos que Dios utiliza cosas así para nuestro bien. Cuentan que Pedro sufrió luego con mucha valentía una muerte cruel, siendo crucificado boca abajo por petición propia. Incluso sus fallos sirven para su preparación, y llegará a regocijarse cuando tenga que sufrir por su testimonio cristiano (Hechos 5:41)
 
     ¡Quién hubiera pensado, entre todos los fieles de Jerusalén, que sus sacerdotes serían capaces de tanta maldad (Juan 18:19-24). Nunca pierde ni su fachada religiosa ni su total perversidad. Jesús es ejemplo de cómo hay que actuar cuando nos encontramos ante estos tipos. Más adelante (Juan 19:11) Jesús va a aclarar que estos religiosos judíos son más culpables que Pilato. El principio de, Cuanto más conoces, más Dios te pedirá cuentas.

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