LECTURA CRONOLÓGICA 47 DE LOS EVANGELIOS
¿Qué sucede entre Juan 6:15 y Juan 6:66? Un día miles de personas están convencidas de que Jesús es el profeta anunciado por Moisés. ¿Por qué ese abandono masivo el día siguiente? Los que le querían hacer rey ya ni quieren estar con él. ¿Le falta diplomacia para mantener satisfechos a estos valiosos voluntarios? Esta pregunta nos resulta sumamente importante porque estamos hablando de ser, y reclutar, soldados para Jesús. Cuanto más numeroso su ejército, mejor puede pelear. La vida militar no admite combatientes inconstantes.
Existe una queja concreta: Son palabras duras. ¿Quién puede hacerle caso? (Juan 6:60). Creo que al leer detenidamente este texto te darás cuenta que Jesús está dirigiendo la atención de sus seguidores desde el nivel terrenal al nivel celestial. Como cuando en el Sermón del Monte dice, Habéis oído… pero yo os digo. Ellos han oído de grandes héroes militares que libraron a su pueblo de la ocupación extranjera. Pero Jesús les está diciendo que no se trata de eso. Cuatro veces en su discurso Jesús se refiere a vida eterna. Y Pedro, en su respuesta, demuestra haber captado la esencia (Juan 6:68). Cuando Jesús habla de comer su carne y beber su sangre no se refiere a lo físico. Su reino es un reino espiritual. Los que le seguimos no estamos buscando beneficios terrenales, sino eternos.
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