viernes, 22 de enero de 2010

Reacciones a la muerte de Jesús

Lectura cronológica 114 en los evangelios

Mateo 27:57-60; Mar 15:42-46; Lucas 23:50-54; Juan 19:31-42

     Desde nuestra perspectiva no podemos pensar en la muerte de Jesús sin conectar con su resurrección porque le conocemos como Jesús resucitado. Pero esta lectura nos permite centrarnos en los ánimos de aquellas personas:
  • La satisfacción de los que planearon su muerte, riéndose. (A lo mejor Dios se ríe también, Salmo 2:1-7)
  • La consternación de los seguidores de un Jesús ya muerto
  • El despertar de José de Arimatea y de Nicodemo, que después de ser seguidores en secreto, ahora se identifican públicamente con el Nazareno. Lo que sabemos de José es:
    • Era miembro prominente del concilio aunque no había asentido en el plan de los demás
    • Esperaba el reino de Dios
    • Se había convertido en discípulo
    • Tenía miedo a los judíos
    • Había excavado una tumba en las cercanías del lugar de la crucifixión

     Hagamos un cálculo. En el concilio hay 70 hombres. 2 de ellos son seguidores de Jesús. Se trata de casi un 3%. Estos son los suyos que no le recibieron (Juan 1:11). Si Jesús es capaz de ganarse el 3% de entre el grupo que más le odia, en cualquier lugar donde el evangelio es enseñado con poder, se debe ver como mínimo un 3% de la gente identificándose como cristianos de verdad. Y mucho más.
     Y una pregunta: ¿Por qué Juan dice para que vosotros también creáis (Juan 19:35)?

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