viernes, 20 de marzo de 2009

¿Quién Manda?

Ejerzo control sobre mi cuerpo hasta dominar por completo mis apetitos. Si no lo hiciera, podría quedar descalificado, incluso después de haber hecho un valioso servicio al Señor.
(1 Corintios 9:27, Versión Explicada)
Agradezco vuestras intervenciones. ¿Sabes que puedes hacer un comentario directamente en el blog para que lo lean los demás? Algunos quizá se pregunten por qué realzo el tema de nuestro cuerpo. Lo explicaré de la siguiente manera: creo que vale poco toda nuestra espiritualidad si no llega a afectar nuestra forma de vivir. Si el Espíritu de Dios habita en el templo de nuestro cuerpo, lo utilizará como expresión de su amor. Se verá en nosotros su gozo. Producirá paciencia.

Es algo así como un control de una asignatura. La obra de Dios se ve en nuestro cuerpo y, desde luego, en la forma de administrar nuestras posesiones. 

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