En Marcos 2:2 la gente se acumula para escuchar cuando Jesús expone la palabra. Él no solamente sanaba enfermos físicos, sino también sanaba vidas enteras mediante su palabra. Tú también puedes. Además, cuando hablas, es como Jesús hablando. Todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús (Colosenses 3:17).
El autor del libro de Proverbios dice, Hijo mío, presta atención a mis palabras, ... porque son vida para los que las hallan, y salud para todo su cuerpo (Proverbios 4:20 y 22).
Así que, una de las cosas principales que podemos ver en la relación entre Jesús y sus discípulos es el uso de las palabras. Nosotros como continuación en el siglo 21 de ese grupo que fundó Jesús mediante el nuevo pacto en su sangre, podemos también usar palabras para traer sanidad unos a otros.
También puedes ayudar sin palabras. Muy interesante que cuando Jesús vio la fe de ellos (Marcos 2:5), le dijo al paralítico palabras de perdón y luego de sanidad física. Ellos eran cuatro. A veces para traer a alguien para que conozca el poder de Jesús es necesario rodearle con un grupo de creyentes y romper algún techo como hicieron estos. ¿Mereció la pena el esfuerzo?
Me está costando trabajo subir vídeos con la lectura de los capítulos pero seguiré intentando. Aquí en el campo donde vivimos la conexión de internet en estos días ha sido muy inestable.
martes, 4 de noviembre de 2008
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