Vitaminas (Lectura mínima): Hebreos 7:1-5
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Por mucho que busquemos, el sacerdote Melquisedec contemporáneo de Abraham, queda en el misterio. Se vincula con Jerusalén indicando que Dios tenía un interés especial en ese lugar desde muy temprano.
La referencia aquí es debido a que el Salmo 110 indica que el Mesías ha de pertenecer al sacerdocio de Melquisedec. Es decir, que su orden precede en antigüedad que la levítica que es la que oficia en el templo.
Resumiendo, Jesucristo es superior a todo lo conocido y desconocido. Con decir esto no se quita valor a los sacerdotes levíticos (entre ellos Juan Bautista que preparó el camino). Pero esto nos ayuda entender que no hay ningún peligro de darle a Jesús demasiada importancia, mientras sí hay peligro en dar demasiada importancia a otras personas buenas, como puede ser en nuestro tiempo la misma María madre de Jesús.
¿Cómo sabemos si estamos dando demasiado importancia a otros personajes?
- Si pensamos que alguien más puede ser salvador
- Si nos apoyamos en otro para interceder (v 25)
- Si a cualquier otra persona se le llama “santo” en el mismo sentido que a Cristo (v 26)
- Si nuestra devoción hacia ese personaje depende de cualquier otra fuente que no sea la Biblia.
¿Me dirijo a Dios por medio de Jesucristo?
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