Vitaminas (Lectura mínima): 2:5-8
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Ya nos lo dijo Pablo en el 1:7- “Os tengo en mi corazón” ¿Cómo consigues meter a alguien en tu corazón? Pregunta a alguna madre. Primero lo llevaba en su cuerpo, y hubo 9 meses de pesadez seguidos de un tiempo de brutal sufrimiento. Cuando una madre dice, “hijo de mis entrañas”, es porque allí empezó todo.
Se trata de una decisión (obediencia, v.12). ¡Cuánto me alegro de que mi madre optó por el camino del sufrimiento; no solamente con el embarazo, sino también con los años difíciles.
¿Te acuerdas que Pablo dice a los Gálatas, “Vuelvo a sufrir dolores de parto”? A Jesús le pasó lo mismo. El profeta dice que verá el fruto de su aflicción y quedará satisfecho.
Si quieres tener sentimientos puros, toma la decisión de sufrir por los demás. Este curso no va por el camino de la comodidad. Toma nota de cada paso en la carrera de Cristo que Pablo describe aquí como modelo para nosotros. En vez de hacer las cosas por vanidad o rivalidad, nos corresponde servir. No se trata de aumentar los conocimientos sicológicos, por buenos que estos sean. Se trata de humillarse. Eso es el sentir que hubo en Cristo Jesús. Parece difícil, pero tiene sus ventajas: siempre habrá personas dispuestas a que seas humillado. Son los ayudantes de Dios sin saberlo.
¿Qué oportunidad se me presenta hoy para compartir los sentimientos de Cristo?
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