Vitaminas (Lectura mínima) Hebreos
4:1-4
Menú completo Hebreos
4 y 5
Nuestro texto dice que las obras de Dios estaban acabadas
desde la fundación del mundo. Si es así, entonces ¿qué sucede con las obras que
realizó Cristo cuando estaba en la tierra? Su obra principal es el haber
conseguido nuestra redención en la cruz. ¿Sabías que esto también fue destinado
desde antes de la fundación del mundo (1 Pedro 1:20)? Jesús dice, “He acabado la
obra que me diste) (Juan 17:4) También los nombres de los redimidos
están inscritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo.
(Apocalipsis 17:8).
Hay obras preparadas también para cumplir nosotros (Efesios
2:10). El motivo de tener miedo (Hebreos 4:1) es ante el peligro de inventarnos
obras y actividades que no son diseñadas por Dios. Esto equivale a quedar en el
desierto como hizo Israel durante 40 años. En cumplir las obras que Dios
preparó hay descanso y tranquilidad. Cualquier actividad religiosa que no forma
parte de su gran plan sólo produce frustración y gran peligro para los que la
practican.
Podemos descansar en la obra que Jesús terminó en la cruz y
prestarnos para todas aquellas obras que Dios preparó para
nosotros. Solamente así llegaremos a la madurez del 5:14. Hoy mismo lo más
importante es que estés en contacto con Dios dejándole a él que realice su obra
a través de ti.
¿Sé distinguir entre las obras de Dios y las mías?
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