LECTURA CRONOLÓGICA 91 DE LOS EVANGELIOS
¿Cómo no nos vamos a alarmar estando expuestos a odio, tribulación y matanzas? Pero ¡un momento! ¿No se trata de condiciones normales para seguidores de Jesús? Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí. Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros. (Mateo 5:11-12) De modo que en la "gran tribulación" (Mateo 24:21) se concentra la tribulación "normal". Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros (Juan 15:20).
Jesús está prediciendo algo que va a ocurrir en Judea (Mateo 24:16; Marcos 13:14; Lucas 21:21). Se trata de un tiempo de aflicción. Lo llama gran tribulación. Encontramos esta frase en otra ocasión en la Biblia: Apocalipsis 7:14. El producto de la gran tribulación es una multitud de todas las razas, de los que han sido limpiados por la sangre del Cordero. Pero anterior a esta multitud hay otro grupo, que se llaman las primicias (Apocalipsis 14:4). Estas 144.000 personas son judíos. Hubo un tiempo de primicias. Se llama Pentecostés. Celebrarás la fiesta de las semanas, es decir, los primeros frutos de la siega del trigo, y la fiesta de la cosecha (Éxodo 34:22). Después de Pentecostés viene la cosecha de las naciones, que continúa hasta hoy (Mateo 24:14).
Así que, lo que ocurrió en el año 70, la destrucción de Jerusalén, cuando los cristianos, avisados por esta profecía, salieron a refugiarse en los montes de Perea, puede simbolizar para nosotros un tiempo apocalíptico en el que también los seguidores del Cordero serán protegidos.
Encuentro entre muchos cristianos una sensación de que hay que tomar medidas para evitar la persecución, asegurar de que no pasemos por sufrimiento por ser seguidores de Jesús.
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