LECTURA CRONOLÓGICA 23 DE LOS EVANGELIOS
En nuestra lectura anterior ya vimos la introducción al tema de autoridad cuando Jesús habla de la ley y los profetas, de que todo se cumple en él. ¿En qué forma se cumple? La ley de Moisés, que encontramos en los libros de Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, reglamentaba la vida del pueblo de Israel de modo que se podía ver si alguien cumplía. Si ves a un hombre matar a otro, no está cumpliendo la ley. Con el asesinato y el adulterio, un testigo ocular puede determinar la culpabilidad. Seis veces en el texto de Mateo Jesús dice, pero yo os digo... Y cada vez pasa de una obligación externa a una motivación interior. Tanto Mateo como Lucas cuentan como Jesús lo relaciona todo con nuestro Padre. Los que somos sus hijos vamos a tener su corazón. Vamos a tratar a los demás, no con un sistema de reglas, sino como quisiéramos que nos traten a nosotros.
Se puede cumplir las obligaciones de la ley por rutina. Pero Dios ve nuestro corazón. Jesús demuestra su autoridad, no eliminando la ley de Moisés, sino vinculando nuestro corazón con el corazón de Dios, de modo que sin necesidad de la ley seamos verdaderos representantes de Dios en la tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario