Malentendidos sobre el amor

Vitaminas                 Apocalipsis 2:1-7

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    Cada una de las 7 iglesias recibe una carta en la que va a escuchar la frase, “Yo conozco tus obras”. Son cartas íntimas donde se trata la relación entre la novia (la iglesia) y el novio (El Señor Jesucristo). Se nos permite leer esta correspondencia y tomar nota de la diferencia entre una iglesia y otra.

    Intentaremos conocer un poco el estado de la iglesia de Éfeso, la principal ciudad de la región. Allí es donde vivía Juan antes de su destierro. Destaca por su perseverancia (igual que la de Tiatira, v 19) y su disposición a trabajar. Parece que va a sacar un 10 en su nota. Ha sufrido con valentía y no se ha desmayado. ¿Qué quiere decir, entonces, cuando el Señor le dice, “Has dejado tu primer amor”? Si acaba de decir que ha trabajado arduamente por amor a su nombre (v 3). Aquí vemos, y en todas las 7 cartas, la importancia, no solamente de empezar bien, sino de terminar bien. Una de las cualidades principales del amor es que nunca deja de ser (1 Corintios 13:8). Jesús amó a sus discípulos hasta el fin (Juan 13:1). El que persevera hasta el fin será salvo (Marcos 13:13).

    A veces nos equivocamos pensando que el amor es solamente una emoción. EL AMOR ES UN COMPROMISO. Lo que tienen que hacer los cristianos de Éfeso es simplemente volver al comienzo (v 5). ¡Con qué facilidad uno comienza la vida cristiana dispuesto al sacrificio y la entrega total, para luego apartarse hacia el protagonismo, la pereza, el uso de un lenguaje cristiano, pero sin el compromiso que hubo en el comienzo!

Desde tu punto de vista ¿qué nota se podría dar a la iglesia de

Éfeso? ____ La de Esmirna? ____ Pérgamo? ____ Tiatira? ____

¿Qué nota has contribuido tú para tu iglesia?

Para guardar lo que hemos leído hoy, tenemos que montar una vigilancia contrastando nuestro nivel de compromiso ahora con el que tuvimos al principio. Probablemente necesitaremos para ello la ayuda de nuestros hermanos, que nos animen como dice en Hebreos 3:13  Antes exhortaos los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice: Hoy; no sea que alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado.