Di una cosa imposible

Lectura para Viernes 2 de octubre: Lucas 1:5-38
     Ayer notamos que Mateo y Marcos empiezan sus evangelios conectando con el Antiguo Testamento, mientras que Lucas como historiador sitúa su relato dentro del imperio romano. Sin embargo, Lucas también es cuidadoso en explicar cómo la llegada de Jesús es la continuación de lo que Dios empezó con los patriarcas, profetas y sacerdotes. El primer protagonista es Zacarías, quien con su mujer Elisabet, los dos ya mayores, ya no tienen esperanza de tener hijos. Esta situación de imposible es exactamente la oportunidad para que Dios haga algo grande. El hijo que van a tener será llamado el más grande de todos los nacidos de mujer (Mateo 11:11). 

     Mencionemos de paso que algunos estudiosos de la Biblia ven en este texto una forma de saber en qué época del año nació Jesús. Los sacerdotes del grupo de Abías tenían un turno fijo de unas 2 semanas cada año en el templo (1 Crónicas 24). Así que, sumando 9 meses hasta el nacimiento de Juan y 6 meses más (Lucas 1:36) hasta el nacimiento de Jesús, llegan al mes de octubre, pensando que posiblemente Jesús nacería en el tiempo de la fiesta de Tabernáculos, o Succot, que empieza este año el 3 de octubre de 2009. 
     Ante esa situación imposible Zacarías duda, lo cual le deja mudo. María, sin embargo cree  el testimonio del ángel (v 45) y por lo tanto es llamada bienaventurada. Gabriel aprovecha esta situación para recordarle a María que no hay nada imposible para Dios. 
     Seguro que Zacarías habría dicho que es imposible que siendo viejos tengamos un hijo. En aquellos tiempos no se veía más que la triste condición de Israel bajo la opresión romana. Pero Dios iba a introducir cambios. Di algo imposible. Dios quiere introducir cambios hoy también.