Cuando Jesús nombró a sus 12 apóstoles el método de preparación que usó era que estuviesen con él (Marcos 3:14). En nuestra lectura de Marcos 5 vemos a uno que quiere hacer lo mismo, pero Jesús no se lo permite. Le dice, Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo misericordia de ti.
Los soldados de Jesús tienen cada uno su misión. Igual como para los 12 sería una desobediencia quedar en sus casas y hablar de lo que Jesús estaba haciendo por ahí, para este hombre, sanado de sus demonios, sería una desobediencia viajar con Jesús.
El ejército de Jesús tiene un general. Si escuchamos con cuidado su voz, todo se hará de forma coordinada. ¿Tenemos cada uno una misión diferente? Sí y No. Cada uno tiene un lugar concreto. Pero la misión es una: glorificar a Jesús, dar a conocer su amor y su mensaje. Todos tenemos la misma misión.
Aquí puedes escuchar la lectura de Marcos 5.
martes, 18 de noviembre de 2008
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