sábado, 9 de octubre de 2021

¿Ha perdido la cabeza?

 

Vitaminas (Lectura mínima):  Mateo 9:9-13

Menú completo:  Mateo 9


    Imaginemos un joven que oposita para funcionario de hacienda. Aprueba todo y tiene el futuro asegurado. Además, por el enchufe que le trae ese trabajo, tiene posibilidades de participar en unos negocios que le harán realmente rico. Su familia contenta, la esposa satisfecha. El sueño realizado. La envidia de sus amigos.

    Llega un forastero inquietando a las personas con enseñanza sobre el reino de Dios. Muchos le siguen. El joven escucha y queda impresionado. El predicador llega al mismo despacho donde trabaja el funcionario. Le señala y dice, Quiero que vengas conmigo. El funcionario reconoce que es una oportunidad única en la vida, y se da de baja en el trabajo, entra en el equipo del predicador, abandonando todos los beneficios que tiene acumulados. ¿Ha perdido Mateo la cabeza? Lee este libro que el escribió luego, y entonces decide.

    ¿Qué poder tenía Jesús para conseguir decisiones tan radicales? ¿La llamada de Jesús sigue siendo la misma en nuestro tiempo? El hecho de tener seguidores tan comprometidos, fueran pescadores o funcionarios, ¿tenía algo que ver con el fuerte avance de la fe cristiana en los primeros siglos? Por ejemplo, la valentía de la extremeña Eulalia de Mérida.. El escritor puritano John Foxe la describe así: 

Eulalia, una dama española de familia cristiana, era notable en su juventud por su gentil temperamento, y por su solidez de entendimiento, pocas veces hallado en los caprichos de los años juveniles. Apresada como cristiana, el magistrado intentó de las maneras más suaves ganarla al paganismo, pero ella ridiculizó las deidades paganas con tal aspereza que el juez, enfurecido por su conducta, ordenó que fuera torturada. Así, sus costados fueron desgarrados con garfios, y sus pechos quemados de la manera más espantosa, hasta que expiró debido a la violencia de las llamas; esto ocurrió en diciembre del 303 d.C. 

    ¿Tiene Jesús seguidores así en el siglo XXI? ¿Qué pasaría si hubiese un puñado de personas dispuestas a seguir las enseñanzas de Jesús incondicionalmente?

¿Sería yo una de esas personas?

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