Vitaminas (Lectura mínima): Gálatas 4:8-16
Menú completo: Gálatas 4
¿Qué es lo que teme Pablo? ¿Que su equipo pierda la liga? ¿Que no le alcance el sueldo? No. Lo que le produce terror es pensar que las personas en las que ha derramado tanto amor y cariño y por las que se ha sacrificado tanto, no aprovechen el tesoro que les ha transmitido, el mismo evangelio. Por eso escribe esta carta (v 11).
Utiliza todos los medios a su alcance, como un inversor que tiene que hacer un gran esfuerzo por no perder toda su inversión. Para rescatar a esta iglesia apela a:
- Su capacidad de comprender (vss. 1-7)
- El cariño que han sentido hacia él (12-16 y 19)
- Su capacidad de identificar falsos maestros (17,18)
- Su conocimiento del mismo Antiguo Testamento, en el que dicen apoyarse los falsos maestros.
Lo que más me impresiona es la fuerza con que Pablo intenta hacer todo lo posible porque no se pierdan estas personas (4:19). ¡Qué fácil le hubiese sido decir, “Ya les he dado su oportunidad. Que se apañen. Si se apartan de Dios, la culpa no es mía”!
¿Podría Dios alcanzar a nuestros familiares y amistades si tuviésemos el mismo empeño que Pablo?
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