Lectura cronológica 92 en los evangelios
Mateo 24:32-42; Mar 13:28-37; Lucas 21:29-36
El Padre y nadie más sabe el día y la hora de la Venida del Hijo del Hombre. Pero podemos saber cuando veamos "estas cosas" (Lucas 21:31) que el Reino de Dios está cerca.
¿Qué cosas vamos a ver y qué es la Venida del Hijo del Hombre? ¿Y qué significa "escapar" (Lucas 21:36)? ¿Y qué es nuestra "redención", que se va acercando (Lucas 21:28)? ¿Y por qué no quiere Dios que sepamos el día y la hora?
A mí me sirve de ayuda, aunque me cuesta, descartar primero todas las imágenes novelescas que nos han transmitido desde pequeños, de cómo será la venida de Jesús. Y empezar con estos textos de Jesús mismo, tratando de saber lo que él dice, y después, poco a poco, ir entendiendo, mediante los escritos de Pablo y el Apocalipsis. Jesús nos conecta con las profecías de Daniel (Mateo 24:15; - Daniel 9:26-27). El lugar de estos eventos es Jerusalén, que fue destruida en el año 70 por los romanos, habiendo escapado los cristianos. Pero hay elementos de esta profecía que indican un cumplimiento más universal. Como hemos visto en relación con otras profecías, es como ver desde lejos una cordillera en la que no distingues si es un pico o varios hasta acercarte.
Tenemos una obligación principal: vigilar y orar (Lucas 24:36), que será el secreto de poder escapar. No encuentro en todos estos textos ningún motivo de ese pánico que noto en algunos cristianos cuando relacionan ciertos eventos con estas profecías. Todo apunta hacia el día de nuestra liberación. Dios no nos abandona en ningún momento. Lo principal es mantenernos fieles como buenos porteros (Marcos 13:14). Puedes ir de la mano de Jesús y participar en la bienvenida cuando él se manifieste plenamente.
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