sábado, 27 de noviembre de 2010

Repetición por énfasis

Vitaminas (Lectura mínima)       Lucas 15:1-7
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    Jesús contó muchas parábolas, historias que nos enseñan distintos aspectos del Reino de los Cielos. Pero en este capítulo hay una sola enseñanza expresada mediante 3 historias que repiten lo mismo. ¿Qué es lo que tiene tanta importancia para que Jesús lo repita tres veces? Todo arranca de la escena que vemos al comienzo del capítulo. Jesús otra vez es el objeto de crítica por parte de la “gente religiosa” por su trato tan familiar con las personas mal vistas. “Dime con quién andas y yo te diré quién eres.” De modo que Jesús no podría ser una persona buena.
    Jesús quiere que no quepa la menor duda quiénes son personas importantes para él. No es que Jesús admita trato con pecadores, sino que su único trato es con pecadores que reconozcan serlo. Como el médico (Lucas 5:31), que sólo trabaja con enfermos.
    Tres veces, con la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo perdido Jesús nos dice que su Padre se centra en buscar personas perdidas. Por lo tanto el principal trabajo del Hijo y de todos los que le seguimos es buscar personas perdidas.
    La sociedad actual también indica quiénes son “dignos” de nuestra atención. Lo “correcto” es mantener distancias, y codearse con personas "correctas", no como Jesús que recibía a pecadores y comía con ellos. Tenemos que aprender a sentirnos cómodos con las personas marginadas. Esto requiere un esfuerzo. Si las personas a las que Dios quiere ayudar no se sienten a gusto con nosotros no le llegarán a conocer.

¿Hay alguien que no se siente cómodo conmigo?

viernes, 26 de noviembre de 2010

¿Has oído esto antes?
Vitaminas (Lectura mínima)       Lucas 14:15-24
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    Parece increíble que se tenga que obligar a alguien a asistir a un banquete gratis. Al contar Jesús esta historia nos hace ver claramente cómo muchas personas desprecian lo que es realmente valioso. Es como el refrán que se oye, “A la misa no voy porque soy cojo, pero a la taberna voy llegando poco a poco”. Conocí un matrimonio que no pudieron asistir a los cultos de la iglesia porque no tenían quién les cuidase el perro.
    En nuestra historia se trata de una cena que Dios prepara. Jesús la cuenta sin explicar. Se entiende que se va a entender, que si queremos profundizar en lo que él está diciendo, la explicación está en la misma parábola. Todo arranca del comentario de uno de los presentes, “Bienaventurado el que coma pan en el reino de los cielos” (Lucas 14:15). Jesús va inmediatamente al tema de lo que Dios prepara para nosotros. Podemos estar seguros de que va a ser el mejor plato de nuestras vidas. No hay nada de aburrido ni de soso en el cielo, ni tampoco en la vida cristiana en la tierra. Lo que pasa es que el diablo a muchos les tiene convencidos de que Dios es un aguafiestas. Al contrario, es el alma de la fiesta. Y no se da por vencido. Quiere compartir y compartirá. También cuenta con nosotros para invitar.
¿Qué puedo hacer para demostrar que se está mejor con Dios que sin?

jueves, 25 de noviembre de 2010

Los tiempos límite

Vitaminas (Lectura mínima)       Lucas 13:31-35
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    ¿Alguna vez has intentado ayudar a alguien y esa persona no quería tu ayuda? Yo reconozco que cuando alguien rechaza mis consejos después sufro la tentación de no ayudarle más. En esos caso a veces recurrimos al texto que dice, “No echéis vuestras perlas delante de los cerdos.” ¿Qué hace Jesús en estos casos? Dirigiéndose a Jerusalén dice, “¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas pero no quisiste!” (Lucas 13:34). Aunque hubo algunos en Jerusalén que sí resultaron ser fieles seguidores de Jesús, la dirección de la ciudad le rechazó. "A lo suyo vino y los suyos no le recibieron." (Juan 1:12). Parece que la ciudad llega a un momento crítico. Jesús ofrece su vida en sacrificio a pesar de que su pueblo le rechaza
¨     El sacrificio se sigue ofreciendo a pesar del rechazo
    Cuando rechazan nuestra ayuda, no es motivo de volvernos egoístas y decir, “Realmente no lo merecen.” ¿Quién de nosotros es merecedor de lo que Dios ofrece? Según esa regla quedaríamos todos sin oportunidad de salvación.
    Sin embargo hay límites. Aunque Jesús sigue ofreciendo su sacrificio, hay algunos que se cierran la puerta a si mismos. Su casa queda desierta (v 35). O en el caso de la higuera a veces hay una prórroga y una segunda oportunidad. Jesús rogaba por su pueblo incluso cuando le rechazaban. Pablo rogaba a Dios también por el pueblo judío rebelde (Romanos 9:1 y 10:1).

¿Qué hago con los que rechazan mi testimonio?

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El enfoque de nuestra óptica

Vitaminas (Lectura mínima)       Lucas 12:13-21
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    Jesús utiliza una frase que es muy importante que entendamos: Ser ricos para con Dios (Lucas 12:21). Podríamos sacar la conclusión, por la historia que cuenta, que no son muchos los que tienen riquezas para con Dios. Es casi inevitable que clasifiquemos a las personas por su condición económica: éste tiene un coche que vale 50.000 euros; ellos tienen una finca de lujo; luce unas joyas... ¿Cómo sabemos si alguien es rico para con Dios? Todo este capítulo nos ayuda a establecer criterios. También Lucas 16.
    Es importante ir aplicando a todos los aspectos de nuestra vida la riqueza para con Dios. Una de las mayores riquezas es el tiempo que pasamos juntos entre hermanos. Hay que sacrificarse para esto también. Incluso a los pobres Dios les da muchas cosas: a veces una palabra de ánimo puede valer más que muchos euros. Una ayuda para comprender lo que dice la Palabra de Dios producirá fruto para la eternidad, mientras la inversiones económicas se pierden en el momento en que morimos si no antes.
    Este enfoque en las cosas que van a durar produce también la clase de confianza que Jesús menciona en Lucas 12:4. Si nuestro enfoque está en los valores eternos entonces sabemos que este cuerpo en el que vivimos no es eterno y nos alegramos de ello porque sabemos que Dios tiene algo mejor preparado para nosotros.
¿Donde se centra mi atención?

martes, 23 de noviembre de 2010

Te están mirando

Vitaminas (Lectura mínima)       Lucas 11:33-36
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    Los discípulos están pendientes. ¿Cuándo terminará Jesús de orar? Está hablando con su Padre en voz alta. Antes, sus oraciones se hacían en privado (Marcos 1:35). Ahora, aunque ellos no le acompañan, él inicia conversaciones con su Padre celestial incluso cuando ellos están presentes. En cuanto ven que ha terminado viene la petición de ellos: Señor, enséñanos a orar. El ejemplo que ven en él inspira deseos de emularle.
    Desde luego, cuando Jesús ora, no es que esté mirando de reojo, a ver si le están observando. Está en plena comunión con su Padre. Él ha dejado claro (Mateo 6:5) la falsedad de practicar nuestra devoción para una audiencia humana. Pero un aspecto importante del discipulado es que estén con él (Marcos 3:14) porque todo lo que hace es un modelo. 
    Cuando Jesús ora en presencia de sus discípulos está cumpliendo lo que más adelante instruye para toda la iglesia: “Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo de una vasija, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz” (Lu 11:33). Nuestro testimonio, cuanto más abierto, más se presta a despertar deseos de aprender de nosotros. Nuestra luz se encuentra en nuestras oraciones, en nuestro trato los unos con los otros, y en nuestra prudencia y honradez en el trato con los no-creyentes. Es el primer paso hacia un testimonio verbal. Como dice Pedro, hay que estar preparados cuando nos pregunten sobre la esperanza que tenemos (1 Pedro 3:15).
¿Qué preguntarán los que me observan?

lunes, 22 de noviembre de 2010

Tiempo para las cosas importantes

Vitaminas (Lectura mínima)       Lucas 10:38-42
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    Podemos aprender de las dos, de Marta y de María. La una de pie, correteando por ahí dominando todo detalle. Por la costumbre fija de Jesús, de hospedarse allí, entendemos que él y sus discípulos estaban a gusto en casa de Marta. Se trata de una excelente anfitriona. La otra, haciendo caso omiso de los quehaceres de la casa y del nerviosismo de su hermana, queda absorta por las palabras de Jesús. En el resumen que hace el Maestro es evidente que María ha elegido la mejor parte.También Marta era seguidora de Jesús, haciendo lo que sabía hacer, pendiente de las necesidades de muchas personas.
    ¿Qué podemos aprender de este aparente conflicto entre dos hermanas? Sencillamente que cuando hay conflicto entre las responsabilidades de este mundo y la oportunidad de tener comunión con el Señor, la mejor parte es pasar tiempo con el Señor en presencia de los hermanos.
    Esta decisión no es fácil. Marta se siente presionada, no sólo por el deber, sino también por su amor propio como anfitriona. Ella sabe que Jesús aprovecha los tiempos de la comida para impartir enseñanza y quiere que lo pueda hacer sin interrupción. Luego la gente comentará, ¡Qué bien lleva su casa esta señora! Lo de la casa de Marta ya es una tradición. 
    María, más adelante, va a demostrar esa misma intuición, ungiéndole los pies a Jesús con un valioso perfume (Juan 12:3). Ella sabe cuando es el momento, no sólo para "perder" el tiempo y las tradiciones, sino también "perder" su tesoro. 
    Todos tenemos momentos así. Hay que decidir entre atender a la familia, a la cosecha, al negocio, cosas que dan un rendimiento temporal, o atender a la comunión con Jesús, que produce un efecto eterno.
 ¿Qué es lo que pesa más?

domingo, 21 de noviembre de 2010

Nada para el camino

Vitaminas (Lectura mínima)       Lucas 9:1-6
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    Solemos asumir que la forma en que hemos cumplido con la fe cristiana es casi totalmente bíblica. Pensamos que hacen falta algunas enmiendas de nuestra práctica, “crecer” un poco, aumentar nuestro compromiso, pero nada grande. Así piensan los Católicos. Así piensan los Evangélicos. Así pensaban los pastores Bautistas que dijeron a Guillermo Carey que cuando el Señor quisiera salvar a los paganos de la India lo haría sin la ayuda de un joven inglés. Nos encontramos tan inmersos in las formas que nos han inculcado que no cuestionamos nada de nuestro “status quo”.
    Cuestionar puede ser positivo, siempre que se haga con el fin de ajustar nuestro estilo de vida a las enseñanzas del Evangelio, y no para criticar a nuestros hermanos. Este capítulo de la Biblia (Lucas 9) es un buen comienzo para hacer preguntas: ¿No se equivocaría Juan Bautista en ser tan atrevido? Este hombre “perdió la cabeza” por señalar los pecados del rey. El podía haber sido otro sacerdote acomodado, viviendo una larga y cómoda vida con sus hijos. Pero parece que Juan había entendido lo que dice Jesús aquí también a sus discípulos, de no llevar nada para el camino (Lu 9:3). Esto sugiere una TOTAL DEPENDENCIA DE LA PROVISIÓN DE DIOS. Juan no iba pensando lo que podría deparar el día siguiente. DEPENDENCIA DIARIA.
    ¿No se equivocaron los discípulos (por no decir Jesús) en atender a tanta gente (v 11) sin pensar en lo que iban a comer? PROVISIÓN DIARIA. Seguro que alguien se incomodará con estas preguntas y me dirá, “Danos tú las respuestas". LOS TIEMPOS HAN CAMBIADO y ya no se puede depender de Dios diariamente.” Pues ya ves, no queda sitio en este espacio. Dios te dará las respuestas.
¿Qué significa no llevar nada para el camino?