miércoles, 1 de julio de 2009

La mujer en el cielo

Aperitivo Apocalipsis 12:7-17

Menú completo Apocalipsis 12-14

Es curioso como algunas de las figuras simbólicas reciben una explicación clara, mientras otras se mantienen en misterio. ¿Quién es la primera figura aquí, la mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, que da a luz un hijo varón, que va a regir a las naciones, pero que tiene más descendencia? Lo que sí queda claro es la identidad del resto de sus hijos. Son los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.

Después de la mujer, en su dolor de parto, aparece un dragón. Su identidad también es clara. Es la serpiente antigua, el diablo, Satanás. Si este símbolo del mal quiere devorar al hijo de la mujer, ella debe ser de los que están de parte de Dios.

Ahora aparece otro personaje en la escena celestial, Miguel. Este arcángel (Judas 9) es el príncipe del pueblo de Daniel, es decir, de los judíos (Daniel 10:21). Así que, la mujer debe de tener alguna relación con el pueblo judío.

¿Qué te parece pensar en ella como el pueblo de Dios, de todos los tiempos? En los días finales goza de un lugar de protección que preparó Dios para ella. Hay otras mujeres que representan pueblos: la que va a ser la esposa del Cordero. Otra mujer representa los pueblos enemigos de Dios, la gran Babilonia. .

Podíamos haber empezado con la lectura de un buen comentario bíblico, como el de la RVA 95, que dice, Según la interpretación más generalizada, esta mujer simboliza al pueblo de Dios, identificado primero con el Israel fiel a Dios, que sufre los dolores de parto (cf. Miq 5.3) hasta dar a luz al Mesías prometido, y luego con la iglesia, el pueblo de los que creen en Jesús como el Hijo de Dios (v. 17; cf. Gl 4.26; 1 Jn 4.15). Pero por medio de nuestro propio estudio hemos llegado a conclusiones propias, confirmadas por otros libros.

¿Cómo puedo estar entre los del 12:7?

La Ira de Dios

Aperitivo Apocalipsis 11:16-19

Menú completo Apocalipsis 8-11

Hubo un tiempo cuando tenía ganas de entender todos los detalles de estas descripciones del Apocalipsis. De muy pequeño miraba un libro que tenía mi padre con dibujos de dragones y otras criaturas, todo con su explicación de lo que iba a pasar en el futuro. Ahora prefiero centrarme en lo que sí puedo entender, y dejar que el Espíritu de Dios vaya abriendo las demás verdades a su tiempo. Una cosa que queda clara es que todos los grandes sucesos de estos capítulos tienen un punto de arranque, las oraciones de todos los creyentes (8:5) en consonancia con lo que han dicho todos los profetas de Dios. (10:7).

Hagamos eco de las palabras de los 24 ancianos cuando ven lo que Dios está haciendo, Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres, que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder y has reinado (11:17). Nuestra condición actual es la que describe Hebreos 2:8, todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas. Pero como hemos apostado por ganador seguro, podemos perfectamente alabar al que va a ganar.

Posiblemente hoy vas a ver el telediario. Últimamente estamos con el morbo continuo de la “violencia de género”, contabilizando cuántas mujeres han sido asesinadas por sus maridos, y cuántas de ellas son inmigrantes, etc. A lo mejor conoces alguna familia donde alguien sufre malos tratos. Todo ello es fruto de la obra del diablo entre la humanidad. Lo mismo sucede entre las naciones. Se airaron (11:18). Y parece que de momento Dios queda quieto. No quiere arrancar el trigo con la cizaña (Mateo 13:29). Pero este capítulo de la historia se cerrará. Contra la ira de las naciones se presentará la ira de Dios. Podemos alabar a Dios ya por su justicia y podemos pedir que llegue pronto.

¿Necesito aprender más paciencia?

domingo, 28 de junio de 2009

¿Conoces Tu condición?

Aperitivo Apocalipsis 5:11-14

Menú completo Apocalipsis 4-7

Una vez estuvimos comentando cualidades de cristianos, preferiblemente que empezaran con la letra “A”. Naturalmente destaca el amor y también la alegría. Todo esto va relacionado con la palabra ALABANZA. En el último libro de los que Dios nos ha dado, el Apocalipsis, o Revelación, vemos varias escenas del cielo. Veinticuatro ancianos, ángeles, seres simbólicos, y una gran multitud de toda lengua, pueblo y nación. Todos ALABAN al Señor.

Lo que hacemos de forma incompleta en la tierra se hará plenamente en el cielo. En este mundo sufrimos. Juan mismo, el que escribe esta profecía, se considera nuestro compañero en tribulación (1:9). Pero tenemos grandes motivos de alabar a Dios.

Le alabamos por nuestra existencia. Nos creó (Apocalipsis 4:11). Le alabamos porque nos ha comprado con su sangre (5:9). Le alabamos porque trae justicia al planeta (11:17). Le alabamos porque Cristo el marido celebra la boda (19:11) con la Iglesia, la esposa.

Uno de los aspectos más destacados de la Iglesia de Jesucristo es su capacidad de alabar a Dios en medio de dificultades. De hecho, sabemos que las cosas no son como parecen. Jesucristo, que vivía en pobreza (no tenía ni propiedad donde descansar), en medio de sus enemigos, era el único que estaba en control de las circunstancias. Juan, en medio de gran persecución escribe el futuro del planeta. La gran multitud tiene la cualidad de que salen de La Gran Tribulación (7:14). Hermano, tu condición es la de reinar ahora (Romanos 5:17). Ninguna de las circunstancias negativas representa tu verdadera condición. Pablo y Silas, alabando a Dios en la cárcel, estaban en control de las circunstancias más que el carcelero. ¡Que nuestra alabanza refleje nuestra condición!

¿Soy consciente de mi condición?

Analizando las Iglesias

Aperitivo (Lectura mínima) Apocalipsis 2:1-7


Menú completo Apocalipsis 1-3

Siete iglesias reciben la carta que llamamos Apocalipsis. La principal es la de Éfeso, donde Pablo pasó más tiempo estableciendo la iglesia que en ningún otro sitio. Las otras 6 son de la misma provincia de Asia donde todos (Hechos 19:10) pudieron escuchar el evangelio. Es decir, que el Apocalipsis va dirigido al grupo de iglesias que representan el último fruto de la labor del apóstol a los Gentiles. (Aunque es probable que Pablo fue luego a España, ese ministerio no está incluido en el Nuevo Testamento)

Pablo oraba mucho por los creyentes en Éfeso (Efesios 1:16 y 3:14). Advertía que iba a haber problemas (Hechos 20:29). Luego los escritos patrísticos sitúan allí a Juan, cuidando esa gran iglesia después de la muerte de Pablo. Juan sufre la deportación a una isla en el Mediterráneo, desde la cual escribe esta profecía.

¿Por qué, en un libro que se va a centrar en los acontecimientos finales relacionados con el establecimiento del reino de Cristo, se comienza con siete breves mensajes animando y advirtiendo a estas iglesias? Ellas son los testigos que pasan la antorcha a las siguientes generaciones. Se enfrentan a peligros. Pueden perder el lugar de su candelabro (2:5).

Evidentemente la iglesia de Éfeso perdió su testimonio. Toda esa zona cayó bajo la influencia del Islam. A veces me he preguntado qué pasó con las oraciones de Pablo. Ahora creo que cuando Dios quitó el candelabro de Éfeso y puso otras iglesias en su lugar, esas iglesias se benefician de las oraciones y de lo que Dios va añadiendo (Apoc 8:3).

La iglesia de Éfeso es la que trabajó mucho pero perdió su primer amor (2:4).

¿Cómo está el candelabro de nuestra iglesia?

viernes, 12 de junio de 2009

¿Confianza o Vergüenza?

Juan quiere ayudarnos a evitar un apuro. En 1 Juan 2:28 dice,

Y ahora, hijos, permaneced en El, para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no nos apartemos de El avergonzados en su venida.


Los diferentes escritores del Nuevo Testamento hablan de un día cuando Jesús se va a manifestar. Pablo lo llama El Dia de Cristo. Juan nos advierte de la posibilidad de un chasco. La venida de Jesús ha de ser un momento de gran alegría, pero se presenta aquí la escena de personas que se alejan de él. ¿Con qué motivo? No están permaneciendo en él. Hacen planes sin contar con el Señor. Tienen objetivos que no se conforman con lo que la Palabra enseña.


Jesús advirtió de la necesidad de permanecer en él, con el peligro de, Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman (Juan 15:6)


Yo quisiera tener ese día igual de presente en mi pensamiento, como lo tuvo Pablo y Juan y Pedro.

miércoles, 3 de junio de 2009

Camino hacia el futuro

En este mes de Junio terminamos la lectura del Nuevo Testamento (en un plan que cubre el NT cada año y el AT cada 3 años). Se puede hacer con un poco más que un capítulo diario.

Tanto Pedro como Pablo, en la última carta que tenemos de su pluma (2 Pedro y 2 Timoteo) están contando los días que les quedan de vida. Pablo: el tiempo de mi partida ha llegado (2 Timoteo 4:6). Pedro: mi separación del cuerpo terrenal es inminente (2 Pedro 1:14).

¿Qué quiere decir Pedro con su frase esperando y apresurando la venida del día de Dios (2 Pedro 3.12)? La versión Reina Valera 95 dice, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios. La Biblia de Jerusalén, esperando y apresurando la venida del día de Dios. En general los comentaristas coinciden en que el significado de este versículo en el griego se refiere a, "causando que el día del Señor llegue lo más pronto posible mediante nuestro cumplimiento de las condiciones..."

Tú que eres seguidor de Jesús ¿sabías que tu comportamiento tiene algo que ver con el tiempo de su venida (ver comentario)?

Hace unos días hice la pregunta ¿a qué peligro se refiere el autor de Hebreos cuando advierte que podríamos perder el reposo que Dios nos ha prometido? El libro de Hebreos está lleno de ese tipo de advertencias, dirigidas principalmente a los que sufren la tentación de sustituir la realidad de Jesús por lo que es la sombra de esa realidad (Hebreos 8:5). Todos podemos caer en la misma trampa, dejando a Jesús en segundo plano y así perder tantas cosas que Dios tiene pensadas para nosotros. Jesús es quien dice, Yo os haré descansar (Mateo 11:28). Tiene que ver con nuestro enfoque. Es el mismo mensaje de Pedro, quien nos anima a enfocar toda nuestra actividad en los nuevos cielos y la nueva tierra. Medita también en las instrucciones en 1 Pedro 1:13.

viernes, 22 de mayo de 2009

¿Qué peligro es éste?

Me llama la atención el énfasis de Hebreos 4, comparando nuestra condición de viajeros con la de Israel por el desierto. Ellos tenían la misión de entrar en la tierra prometida. Encontramos la palabra entrar unas 9 veces entre Hebreos 3 y 4. Concretamente tienen que entrar en un lugar de reposo
  • Israel escuchó el Evangelio (Buenas Noticias, 4:2). Nosotros también.
  • El pueblo de Israel experimentó una gran liberación. Nosotros también.
  • Dios tenía un plan para llevarles a su pueblo a un lugar especial. Tiene planes para nosotros también, y esto es el punto principal de esta enseñanza.
  • Israel no entró en el lugar que Dios tenía preparado por desobediencia, incredulidad, rebeldía. Se nos está advirtiendo del mismo peligro.
Se nos anima a que nos esforcemos (4:11) y que nos acerquemos a Dios con confianza (v 16). ¿Qué es lo que peligra? ¿Qué es lo que podemos perder también por incredulidad?