Cantaban con todas sus fuerzas:«¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza! (Biblia al Día)
A Juan le dicen, Mira, El León y Juan dice, Miré y vi un cordero, como sacrificado (5:6). Este personaje se llama también La Raíz de David. El famoso guerrero David usaba como armas el arco, la espada y la honda para tomar posesión del territorio que Dios había prometido a su pueblo. Su descendiente, que aparece en forma de cordero, nos enseña otro estilo de guerra. Ganó su victoria mediante el sacrificio. Es digno de tomar el control de la historia precisamente porque ha sido sacrificado. Jesús mismo dijo, Nadie me la quita la vida, sino que yo la doy de mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo (Juan 10:18). Lo que David ganó, lo perdieron los que vinieron después. Lo que Cristo ganó es una conquista para siempre. Les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano (Juan 10:28).
Así que, el mensaje celestial que se nos irá abriendo comienza con la garantía de que Cristo ha vencido (Apocalipsis 5:5). En ese sentido no es un libro de suspense en el que no sabemos hasta el final quién gana. Jesús ganó y vamos a poder ver en este libro la forma que toma su victoria. A veces somos como Juan, que lloraba porque no veía con claridad el final de la historia (v 4). No hay que llorar, todo está bajo control. Hasta el capítulo 11 del Apocalipsis veremos algo del contenido de este libro de 7 sellos (5:9). En esta batalla cósmica, no sólo figura Cristo con su sacrificio en la cruz, sino los creyentes con sus oraciones (5:8).
No hay comentarios:
Publicar un comentario