Vitaminas (Lectura mínima): Tito 2:1-10
Menú completo: Tito 2 y 3
Según el historiador Teodoro González, cuando las tribus paganas en España se “cristianizaban”, podían tardar generaciones en desarraigar aquellas prácticas religiosas que habían heredado. En el siglo 21 parece que todavía hace falta mucha labor de “cristianizar”. Hay costumbres paganas que todavía que no se han desarraigado todavía, como son por ejemplo las variadas prácticas carnavalescas de algunos pueblos.
¿Cómo es entonces que en el plan de Pablo para los recién convertidos en Creta se renuncie toda impiedad (2:12), redimidos de toda maldad? Hay una diferencia. La llegada de la fe a la isla donde está Tito no fue por imposición como sucedió en España. Han aceptado el evangelio voluntariamente. Incluso así es un trabajo duro lo que pretende Tito, porque la carnalidad humana pone fuerte resistencia a los cambios.
El objetivo, sin embargo, es (usando como método principal su propio ejemplo y el de los ancianos) que los adversarios de la iglesia no tengan nada malo que decir de los cristianos. De borrachos a sobrios, de calumniadoras a maestras del bien. De hurtadores a fieles empleados.
A veces pensamos que la "doctrina" cristiana consiste en un montón de conocimientos. Aquí, sin embargo, (2:1) no se trata de unos datos intelectuales o teóricos. La sana doctrina que Tito tiene que enseñar produce un comportamiento "sobrios, dignos, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la perseverancia."
¿Cómo es posible un cambio tan radical? La muerte de Cristo (2:14) tuvo como objetivo “purificar para sí un pueblo propio”. Se trata, no sólo de una educación cristiana, sino de una conversión basada en el poder que Dios desató en la cruz. Naturalmente los que nacen en un hogar cristiano tienen ventaja, pero todo cristiano ha de experimentar un cambio total.
¿Hasta dónde quiero llegar?
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