En este segundo viaje, como vemos en el mapa, Pablo realiza un gran circuito, estableciéndose principalmente en Corinto, en el capitulo 18, que veremos mañana.
En Tesalónica se basa en las Escrituras (v 2). En Berea los mismos nuevos creyentes cotejan con las Escrituras con lo que oyen de Pablo. Su primer sermón (Hechos 13) es básicamente un repaso del Antiguo Testamento.
Hay que entender que la Biblia es un solo libro. No hay 2 Dioses, ni 2 maneras de tratar con la humanidad. Lo que sí hay es una progresión en el desarrollo de la redención, que culmina en Cristo. En la Biblia conocemos a Dios. Uno de nuestros mayores privilegios es poder conocer la Biblia, recibiendo en cada nueva lectura una comprensión mas profunda y estableciendo (mediante nuestra obediencia, no sólo un conocimiento teórico) una sólida base para nuestra vida ahora y para la eternidad.
El alboroto de Tesalónica
17:1- En su viaje,
Pablo y Silas pasaron por Anfípolis y Apolonia y llegaron a Tesalónica, donde
los judíos tenían una sinagoga. 2- Pablo, conforme a su costumbre, acudió a la
sinagoga, y cada sábado, durante tres semanas, discutió con ellos. Basándose en
las Escrituras, 3- les explicaba que el Mesías tenía que morir, y que después
había de resucitar de entre los muertos. Les decía:
–Este mismo Jesús que yo os anuncio, es el Mesías. 4- Algunos
de los judíos creyeron y se unieron a Pablo y Silas. También creyeron muchos
griegos que adoraban a Dios, y muchas mujeres distinguidas. 5- Pero esto llenó
de envidia a los judíos que no creían, quienes, habiendo reunido a unos
malvados que andaban ociosos por la calle, alborotaron y perturbaron la ciudad.
Llegaron a la casa de Jasón buscando a Pablo y Silas, para sacarlos y
entregarlos al pueblo; 6- y como allí no los encontraron, arrastraron a Jasón y
a otros hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando:
–¡Estos hombres, que han trastornado el mundo entero,
también han venido aquí! 7- ¡Jasón los ha recibido en su casa! ¡Todos ellos
están violando las leyes del césar, porque dicen que hay otro rey, que es
Jesús! 8- Al oir estas cosas, la gente y las autoridades se inquietaron. 9- Pero
Jasón y los demás dieron una fianza y fueron puestos en libertad.
La predicación en Berea
10- Llegada la noche, los hermanos hicieron salir sin
demora a Pablo y Silas hacia Berea. En cuanto llegaron se dirigieron a la
sinagoga de los judíos. 11- Estos judíos, que eran de mejores sentimientos que
los de Tesalónica, recibieron de buena gana el mensaje, y día tras día
estudiaban las Escrituras para comprobar la verdad de lo que oían. 12- Muchos
de ellos creyeron, y también creyeron muchos de los griegos, tanto mujeres
distinguidas como hombres. 13- Pero cuando los judíos de Tesalónica se
enteraron de que Pablo estaba anunciando el mensaje de Dios también en Berea,
se fueron allá y alborotaron a la gente. 14- En seguida los hermanos hicieron
salir a Pablo hacia la costa, en tanto que Silas y Timoteo se quedaban en
Berea. 15- Los que acompañaban a Pablo fueron con él hasta la ciudad de Atenas,
y luego regresaron con instrucciones de que Silas y Timoteo se reunieran con él
lo antes posible.
Pablo en Atenas
16- Mientras Pablo esperaba a Silas y Timoteo en Atenas,
se sentía muy disgustado al ver que la ciudad estaba llena de ídolos. 17- Discutía
en la sinagoga con los judíos y con otros que adoraban a Dios, y discutía
igualmente cada día en la plaza con los que allí se reunían. 18- También
algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos comenzaron a discutir con
él. Unos decían:
–¿De qué habla ese charlatán?
Y otros:
–Parece que es propagandista de dioses extranjeros.
Decían esto porque Pablo les anunciaba la buena noticia
acerca de Jesús y de la resurrección. 19- Entonces le llevaron al Areópago, el
lugar donde acostumbraban a reunirse en consejo, y le preguntaron:
–¿Se puede saber qué nueva enseñanza es esta que nos
traes? 20- Nos hablas de cosas extrañas y queremos saber qué significan. 21- Porque
todos los atenienses, y también los extranjeros que vivían allí, solo se
interesaban por oir y comentar las últimas novedades. 22- Pablo, levantándose
en medio de ellos en el Areópago, dijo:
“Atenienses, por todo lo que estoy viendo, sois gente muy
religiosa; 23- porque mirando los lugares donde celebráis vuestros cultos, he
encontrado un altar que tiene esta inscripción: ‘A un dios desconocido’. Pues
bien, de ese Dios que vosotros adoráis sin conocerlo, es del que yo os hablo. 24-
“El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él, es Señor del cielo
y de la tierra. No vive en templos construidos por los hombres 25- ni necesita
que nadie haga nada para él, pues él da a todos la vida, el aire y todo lo
demás. 26- “A partir de un solo hombre hizo él todas las naciones, para que
vivan en toda la tierra; y les ha señalado el tiempo y el lugar en que deben
vivir, 27- para que busquen a Dios, y quizá, como a tientas, puedan
encontrarle, aunque en verdad Dios no está lejos de cada uno de nosotros. 28- Porque
en Dios vivimos, nos movemos y existimos; como también dijeron algunos de
vuestros poetas: ‘Somos descendientes de Dios.’ 29- Siendo, pues, descendientes
de Dios, no debemos pensar que Dios es como las imágenes de oro, plata o piedra
que los hombres fabrican según su propia imaginación. 30- Dios, que pasó por
alto aquellos tiempos de ignorancia de la gente, ahora ordena a todos, en todas
partes, que se conviertan a él. 31- Porque Dios ha fijado un día en el cual
juzgará al mundo con justicia, y lo hará por medio de un hombre que él escogió
y al que aprobó delante de todos resucitándolo de la muerte.” 32- Al oir
aquello de la resurrección, unos se burlaron y otros dijeron:
–Ya te
oiremos hablar de eso en otra ocasión. 33- Entonces Pablo los dejó. 34- Sin
embargo, algunos le siguieron y creyeron. Entre ellos estaba Dionisio, que era
miembro del Areópago, y también una mujer llamada Dámaris, y otros más.
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