7-marzo
No hay ninguna prohibición diciendo que no pases más tiempo explorando la Palabra de Dios que leemos cada día. Espero que en las 24 horas que tiene el día tengas ganas de profundizar más. Por ejemplo, ayer casi no comentamos los últimos versículos de Hechos 2. Pero están ahí para que nos apropiemos de ellos. Podemos tomar nota que la gente se reúne todos los días en las casas y en el templo.
3:1- Y cierto
día Pedro y Juan subían al templo a la
hora novena, la de la oración. 2- Y había un hombre, cojo desde su nacimiento, al que
llevaban y ponían diariamente a la puerta del templo llamada la Hermosa, para
que pidiera limosna a los que entraban al templo. 3- Este, viendo a Pedro y a Juan que iban a
entrar al templo, les pedía limosna. 4- Entonces
Pedro, junto con Juan, fijando su vista en él, le
dijo: ¡Míranos! 5- Y él los miró atentamente, esperando recibir
algo de ellos. 6- Pero Pedro dijo: No tengo plata ni oro, mas
lo que tengo, te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda! 7- Y asiéndolo de la mano derecha, lo levantó;
al instante sus pies y tobillos cobraron fuerza, 8- y de un salto se puso en pie y andaba. Entró
al templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios.
9- Todo el pueblo lo vio andar y alabar a
Dios, 10- y reconocieron que era el mismo que se
sentaba a la puerta del templo, la Hermosa, a pedir
limosna, y se llenaron de asombro y admiración por lo que le había
sucedido. 11- Y estando él asido de Pedro y de Juan, todo
el pueblo, lleno de asombro, corrió al pórtico llamado de Salomón, donde ellos
estaban.
12- Al ver esto
Pedro, dijo al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto, o
por qué nos miráis así, como si por
nuestro propio poder o piedad le hubiéramos hecho andar? 13- El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el
Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y repudiasteis en
presencia de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad. 14- Mas vosotros repudiasteis al Santo y Justo, y
pedisteis que se os concediera un asesino,
15-
y disteis muerte al Autor de la vida, al que Dios resucitó de entre los
muertos, de lo cual nosotros somos testigos.
16-
Y por la fe en su nombre, es el
nombre de Jesús lo que ha fortalecido a este hombre
a quien veis y conocéis; y la fe que viene
por medio de El, le ha dado esta perfecta sanidad en presencia de todos
vosotros. 17- Y ahora, hermanos, yo sé que obrasteis por
ignorancia, lo mismo que vuestros gobernantes.
18-
Pero Dios ha cumplido así lo que anunció de antemano por boca de todos
los profetas: que su Cristo debería padecer.
19-
Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean
borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del
Señor, 20- y El envíe a Jesús, el Cristo designado de
antemano para vosotros, 21- a quien el
cielo debe recibir hasta el día de la restauración de todas las cosas, acerca
de lo cual Dios habló por boca de sus santos profetas desde tiempos
antiguos. 22- Moisés dijo: EL SEÑOR DIOS OS LEVANTARA UN
PROFETA COMO YO DE ENTRE VUESTROS HERMANOS; A EL PRESTAREIS ATENCIÓN en todo
cuanto os diga. 23- Y sucederá que todo el que no preste atención
a aquel profeta, será totalmente destruido de entre el pueblo. 24- Y asimismo todos los profetas que han hablado
desde Samuel y sus sucesores en
adelante, también anunciaron estos días.
25-
Vosotros sois los hijos de los profetas y del pacto que Dios hizo con
vuestros padres, al decir a Abraham: Y EN TU SIMIENTE SERÁN BENDITAS TODAS LAS
FAMILIAS DE LA TIERRA. 26- Para
vosotros en primer lugar, Dios, habiendo resucitado a su Siervo, le ha enviado
para que os bendiga, a fin de apartar a cada uno de
vosotros de vuestras iniquidades.
Los apóstoles no eran los pastores del Templo. No se trataba de su iglesia. Me imagino a algún evangélico actual diciendo ¿Por qué hay que ir al templo? Lo pasamos muy bien en nuestras casas con esta nueva fe que hemos conocido. Ese templo fue construido por Herodes, el mismo que intentó matar al niño Jesus. Ese templo es regido por los sacerdotes que mandaron crucificar a Jesús. Y el colmo, en ese templo, el mismo día que crucificaron a Jesús, el telón que separaba el lugar santísimo fue rasgado de arriba abajo. Dios ya se ha despedido de ese lugar. Debemos abandonarlo nosotros también y lanzar este movimiento de seguidores Jesús sin las ataduras del pasado. Además, la mayoría de los que van allí son falsos, van por costumbre o para lucirse.
Pero Pedro y Juan van al templo. Y Dios hace allí milagros. Y años más tarde Pablo sigue participando en los ritos del templo que formaban parte del culto judío.
Dios no es tonto. Está realizando una transición. Ahora necesitan el templo de Herodes y de los Saduceos. Si los apóstoles van allí, es que
- Están reclamando ese lugar para Dios
- Allí encuentran personas que todavía no han escuchado el Evangelio pero que están buscando a Dios
- Es el mejor lugar que tienen los mismos creyentes para escuchar la enseñanza de los apóstoles que enseñan allí como hacía Jesús.
En nuestro tiempo también hay lugares donde la gente busca a Dios (tal vez una minoría). Pero debemos determinar qué estrategia tiene Dios para que en esos mismos lugares pueda transmitirse el mensaje de un Cristo vivo y actual.
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