lunes, 4 de marzo de 2019

Desde Galilea hasta...

4-marzo

Vamos a hacer con la lectura de Los Hechos de los Apóstoles algo parecido a cómo hemos leído los Evangelios, entretejiendo otros textos en su lugar cronológico. No tenemos 4 libros paralelos pero sí escritos de los apóstoles que será interesante conocer en el momento en que fueron redactados, sobre todo las epístolas de Pablo. Pero empecemos con el primer capítulo de este libro, escrito por el Evangelista Lucas.

Hechos 1:1-26  El primer relato que escribí, Teófilo, trató de todo lo que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,  2-  hasta el día en que fue recibido arriba, después de que por el Espíritu Santo había dado instrucciones a los apóstoles que había escogido.  3-  A éstos también, después de su padecimiento, se presentó vivo con muchas pruebas convincentes, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles de lo concerniente al reino de Dios.  4-  Y reuniéndolos, les mandó que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre: La cual, les dijo, oísteis de mí;  5-  pues Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de pocos días.  6-  Entonces los que estaban reunidos, le preguntaban, diciendo: Señor, ¿restaurarás en este tiempo el reino a Israel?  7-  Y  Él les dijo: No os corresponde a vosotros saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con su propia autoridad;  8-  pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.  

9-  Después de haber dicho estas cosas, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube le recibió y le ocultó de sus ojos.  10-  Y estando mirando fijamente al cielo mientras El ascendía, aconteció que se presentaron junto a ellos dos varones en vestiduras blancas,  11-  que les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo.  12-  Entonces regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.  13-  Cuando hubieron entrado en la ciudad, subieron al aposento alto donde estaban hospedados, Pedro, Juan, Jacobo y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo  de Jacobo.  14-  Todos éstos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración junto con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con los hermanos de El.  

15-  Por aquel tiempo Pedro se puso de pie en medio de los hermanos (un grupo como de ciento veinte personas estaba reunido allí), y dijo:  16-  Hermanos, tenía que cumplirse la Escritura en que por boca de David el Espíritu Santo predijo acerca de Judas, el que se hizo guía de los que prendieron a Jesús.  17-  Porque era contado entre nosotros y recibió parte en este ministerio.  18-  (Este, pues, con el precio de su infamia adquirió un terreno, y cayendo de cabeza se reventó por el medio, y todas sus entrañas se derramaron.  19-  Y esto llegó al conocimiento de todos los que habitaban en Jerusalén, de manera que aquel terreno se llamó en su propia lengua Acéldama, es decir, campo de sangre.)  20-  Pues en el libro de los Salmos está escrito: QUE SEA HECHA DESIERTA SU MORADA, Y NO HAYA QUIEN HABITE EN ELLA; y: QUE OTRO TOME SU CARGO.  21-  Por tanto, es necesario que de los hombres que nos han acompañado todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros,  22-  comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea constituido testigo con nosotros de su resurrección.  23-  Presentaron a dos: a José, llamado Barsabás (al que también llamaban Justo) y a Matías.  24-  Y habiendo orado, dijeron: Tú, Señor, que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has escogido  25-  para ocupar este ministerio y apostolado, del cual Judas se desvió para irse al lugar que le correspondía.  26-  Echaron suertes y la suerte cayó sobre Matías, y fue contado con los once apóstoles. 

Estos discípulos reciben instrucciones generales y completas, hasta los confines de la tierra. También reciben instrucciones inmediatas, no salir de Jerusalén, sino esperar.

Es importante que tengamos el mismo punto de vista. El trabajo termina cuando toda la tierra haya escuchado el Evangelio. El siguiente paso nos lo dará el Señor en su momento adecuado. Aunque no es malo tener planes a largo plazo, como expresa Pablo en Romanos 15:24, indicando su intención de llegar a España, sin embargo, Dios, el Señor de la cosecha, reserva el derecho de indicarnos planes que no estaban en los nuestros. Veremos en este libro como eso le pasaba a Felipe, a Pedro, a Pablo y unos cuantos más.

Te habrás fijado que los ángeles le dan importancia a la geografía. Saben que todos estos discípulos son de Galilea, como van a reconocer la gente de Jerusalén en el siguiente capítulo. Jesús cosechó Galilea con los 12. Ahora comienza en Jerusalén y no parará.

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