Mat 19:1-2
1 Y
aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, partió de Galilea y se fue a
la región de Judea, al otro lado del Jordán;
2 y
le siguieron grandes multitudes, y los sanó allí.
Mar 10:1
1
Levantándose de allí, Jesús se fue* a la región de Judea y al otro lado
del Jordán; y se reunieron* de nuevo las multitudes junto a El, y una vez más,
como acostumbraba, les enseñaba.
Mat 19:3-12
3 Y
se acercaron a El algunos fariseos para probarle, diciendo: ¿Es lícito a un
hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?
4 Y
respondiendo Jesús, dijo: ¿No habéis leído que aquel que los creó, desde el
principio LOS HIZO VARÓN Y HEMBRA,
5 y
añadió: "POR ESTA RAZÓN EL HOMBRE DEJARA A su PADRE Y A su MADRE Y SE
UNIRÁ A SU MUJER, Y LOS DOS SERÁN UNA SOLA CARNE"?
6
Por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que
Dios ha unido, ningún hombre lo separe.
7
Ellos le dijeron*: Entonces, ¿por qué mandó Moisés DARLE CARTA DE
DIVORCIO Y REPUDIARLA?
8
El les dijo*: Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió
divorciaros de vuestras mujeres; pero no ha sido así desde el principio.
9 Y
yo os digo que cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, y
se case con otra, comete adulterio.
10
Los discípulos le dijeron*: Si así es la relación del hombre con su
mujer, no conviene casarse.
11
Pero El les dijo: No todos pueden aceptar este precepto, sino sólo
aquellos a quienes les ha sido dado.
12
Porque hay eunucos que así nacieron desde el seno de su madre, y hay
eunucos que fueron hechos eunucos por los hombres, y también hay eunucos que a
sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que pueda
aceptar esto, que lo acepte.
Mar 10:2-12
2 Y
se le acercaron algunos fariseos, y para ponerle a prueba, le preguntaban si
era lícito a un hombre divorciarse de su mujer.
3 Y
respondiendo El, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés?
4 Y
ellos dijeron: Moisés permitió al hombre escribir CARTA DE DIVORCIO Y
REPUDIARLA .
5
Pero Jesús les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este
mandamiento.
6
Pero desde el principio de la creación, Dios LOS HIZO VARÓN Y HEMBRA.
7
POR ESTA RAZÓN EL HOMBRE DEJARA A SU PADRE Y A SU MADRE,
8 Y
LOS DOS SERÁN UNA SOLA CARNE; por consiguiente, ya no son dos, sino una sola
carne.
9
Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe.
10
Y ya en la casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre esto.
11
Y El les dijo*: Cualquiera que se divorcie de su mujer y se case con
otra, comete adulterio contra ella;
12
y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.
A través de la Biblia Dios está tratando con la humanidad en la condición en qué se encuentra. Tenemos el gran ejemplo del Sermón del Monte. Hasta ese punto tenían la ley de Moisés. Pero ahora ha llegado Jesús y la escena está preparada para otro nuevo avance. Jesús dice, "Habéis oído... pero yo os digo". Para entender qué es lo que Dios quiere, se utiliza la ley de primera mención. La primera mención de la relación entre hombre y mujer se encuentra en el mismo relato de la creación. No se trataba de un hombre con un harem de mujeres como sucedía más adelante. Son Adán y Eva, un hombre y una mujer. Jesús está usando la ley de primera mención cuando dice, "Desde el principio de la creación, Dios hizo Varón y Hembra". Es decir, un principio para entender la voluntad de Dios es volver al principio. Por eso, a la ley de primera mención le llamo el principio del principio.
Lo mismo que se aplica la ley de primera mención al matrimonio, se podría aplicar también a la Iglesia. En el principio de la iglesia, el día de Pentecostés, no había nombres como Primera Iglesia del Arrepentimiento, o Iglesia del Bautismo por Inmersión, etc. Era la iglesia y punto.
Lo cual me recuerda algo que sucedió el 5 de enero. Pero hace muchos años, casi 500. Martín Lutero y otros reformadores hicieron un intento de formar una iglesia más bíblica. El Resultado fue la Iglesia Reformada, la Iglesia Luterana, la Iglesia Protestante, además de la Iglesia Católica. Todas estas iglesias eran iglesias del estado. Pero en Zurich, Suiza, algunos seguidores del reformador Zwingli pensaban que ser cristiano significaba se seguidor de Jesús y no de unos políticos. Aunque estaba prohibido comenzaban a reunirse y decidieron volverse a bautizar. Por esta desobediencia fueron ejecutados. El primero en sufrir esta condena fue Felix Manz, el 5 de enero de 1527. Su historia se encuentra aquí. Así tenemos ya Católicos, Ortodoxos, Protestantes, Anabaptistas (los que bautizaban a creyentes y no bebés).
Sabemos que uno es cristiano, no por pertenecer a un grupo, sino por tener fe en Jesús. Como al principio. Dentro de cada grupo hay creyentes auténticos y falsos. Pero por sus frutos los conoceréis. Como al principio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario