Vitaminas (Lectura mínima) Marcos 11:1-11
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Hemos dado el salto a la última semana de Jesús antes de morir. Cada paso que le vemos dando es necesario. No hay un minuto que perder. Los discípulos en seguida encuentran el pollino (Mt 21:2). La palabra griega que se traduce "en seguida" y también "luego" (Marcos 11:3) es εὐθέως (pronunciada "euceos"), compuesta de dos palabras que significan "colocar bien". Las cosas se colocan bien cuando se hacen en su tiempo. El ladrillo ha de colocarse en seguida de preparar el material de agarre. La fruta ha de cosecharse en seguida después de madurar. La poda hay que efectuarla antes de que la planta brota.
Jesús tiene que entrar como rey en Jerusalén. Está profetizado. Participan los discípulos en la preparación, participa el público en la aclamación.
Igual sucede en nuestro servicio a Dios. Cada cosa en su tiempo. No hay tiempo que perder.
Pero ¡ojo!. Aunque no hay tiempo que perder, tampoco hay que forzar ningún evento. Los planes de Dios se realizan con el poder el Espíritu Santo, no con maña humana ni tampoco con votación mayoritaria. A Jesús no le vemos nunca preocupado de que algo pueda salir mal. Incluso recordemos que dijo que si la gente no le aclamaba, las mismas piedras harían las veces. Seamos obedientes para que no tenga que venir una piedra para hacer lo que nos corresponde.
¿Qué me viene diciendo el Señor desde hace mucho tiempo y no lo he hecho todavía?
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