El gran imperio de Babilonia floreció bajo Nabucodonosor. Luego sucedió la alianza medo-persa, seguida de Grecia y después el imperio romano. Todo esto fue anunciado muchos años antes en el libro de Daniel. Ese anuncio incluía otro imperio final destinado a llenar toda la tierra. "El Dios del cielo levantará un reino que jamás será destruido" (Daniel 2:44). Juan Bautista y luego Jesús mismo vinieron anunciando el Reino de Dios.
Pablo hace mucha mención del Reino de Dios, por ejemplo, Colosenses 1:13
Porque El nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado.
Es curioso que el libro de los Hechos termina estando Pablo preso en Roma. Justo después tenemos su epístola a los Romanos. ¡Quién hubiese pensado que este hombre está en la vanguardia de un movimiento que va a eclipsar al Imperio Romano y todas las demás potencias!
Vemos en las epístolas de Pablo y demás apóstoles en qué manera Dios consolida ese reino que inauguró Jesús.
viernes, 5 de marzo de 2010
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