Lectura: Introducciones a las 13 epístolas
Vimos que Jesús vino en una operación de rescate para destruir las obras del diablo (1 Juan 3:8). Pablo sigue en el mismo plan de guerra. Su actitud es que Satanás no tome ventaja sobre nosotros, porque no ignoramos sus ardides (2 Corintios 2:11). Son 7 iglesias, 2 colaboradores y un amigo, los destinatarios de las 13 cartas de Pablo. 6 de estas cartas las escribe durante un tiempo de gran actividad misionera, por este orden: 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Corintios, Gálatas y Romanos. Luego, desde la cárcel (Hechos 28) escribe 4 más: Filipenses, Colosenses, Filemón y Efesios. Después, puesto en libertad, escribe 2 cartas a sus colaboradores Timoteo y Tito. Al final, en su último encarcelamiento, justo antes de morir, escribe otra carta a Timoteo. En total abarcan un tiempo de unos 15 años.
Los escritos de Pablo, como toda su actividad, tienen un propósito bien definido. Son ejemplo de su descripción de su ministerio en 1 Corintios 15:10, Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí. Quiere edificar, educar, corregir. Quiere que las iglesias aprovechen al máximo la oportunidad de brillar para Cristo y de estar preparadas para el día de Cristo. Quiere que los hombres que él ha entrenado cumplan su ministerio con el máximo beneficio.He descubierto una manera sencilla de sacar provecho de mi lectura diaria de la Biblia: elegir un texto que me llama mucho la atención. En esta lectura de las introducciones a las 13 epístolas de Pablo hay muchas ideas fascinantes. En especial me he fijado en el título que Pablo da a Arquipo, compañero de milicia (Filemón 1:2). Veremos como considera a Timoteo también soldado de Jesús y como anima a todos a luchar contra el ejército de Satanás.
No me toca comentar todos estos textos. Te toca a ti porque como soldado de Jesús, esto te servirá de alimento. ¿Qué texto te llama más la atención? Compártelo con nosotros.
Mi texto elegido es 1Co 1:2 "a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, CON TODOS LOS QUE EN CUALQUIER PARTE INVOCAN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, SEÑOR DE ELLOS Y NUESTRO" - porque me ayuda a sentir incluida.
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