Menú completo Filemón 15-25
Pablo no suele decir, quizá o pudiera ser. Siempre habla con seguridad. Pero me da la sensación de que en el caso de Filemón y Onésimo está pisando el terreno con pies de plomo. No es por faltarle autoridad. Eso lo deja claro en el v 19. Filemón tiene con Pablo una deuda mucho mayor que el valor de un esclavo. Pablo propone un par de posibilidades. Para él sería muy útil (el significado de Onésimo) tener un ayudante. Por otro lado contempla la posibilidad de que lo reciba Filemón para siempre, como hermano (v 15).
Leyendo esta cartita entera ¿no te da la sensación de que lo que pretende Pablo es que Filemón sopese todas las opciones y todos los factores y llegue a su propia conclusión, sin sentirse obligado por alguna ley impuesta por el apóstol? Así nunca podrá decir, “Onesi, si no te manda librar Pablo, yo te podría poner un castigo que nunca en la vida ibas a olvidar.” Porque ahora la decisión la va a tomar Filemón mismo. Naturalmente sabe lo que desea Pablo, ni más ni menos que recibir al esclavo rebelde como si fuera su propio padre espiritual, Pablo mismo (v 17).
Esta es la forma en que Dios le da la vuelta a las cosas. En el Imperio Romano hubo una epidemia de levantamientos de esclavos que pretendían su libertad. Bajo la enseñanza de Cristo no hacen falta levantamientos. En el siglo 20 sucedió el fenómeno del comunismo. Según la enseñanza de Marx hubo que quitar el poder a los explotadores por medio de la violencia. Incluso algunos de la “teología de liberación” (no todos) abogaban por la violencia. Pero el evangelio es tan poderoso que no necesita de violencia. ¿Te ves esclavizada/o? Considérate esclavo de Cristo, como la prisión de Pablo. Su encarcelamiento no era justo pero sí era según la voluntad de Dios.
¿Qué haría Filemón al final con su esclavo regresado?
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